Receta: alubias rojas o caparrón pinto con verduras

INGREDIENTES

  • 500 gr. de caparrón pinto o alubia roja de la Rioja (a remojo la víspera)
  • 1 cebolla
  • 1 puerro entero
  • 2 zanahorias
  • 3 dientes de ajo
  • 1 cucharada de pimentón de la Vera (dulce)
  • 50 ml de aceite de oliva virgen extra Abril Selección
  • 1 tomate
  • Unas hebras de azafrán y perejil fresco recién picado
  • 2 hojas de laurel
  • Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
  • 1 yema de huevo duro (opcional)

Esta primavera fresquita que estamos teniendo anima a comer legumbres y en casa aún las tenemos presentes en nuestro menú semanal. En esta ocasión le ha tocado al caparrón pinto, caparrón a secas o judía roja, como se conoce a una variedad de alubia roja de semilla más corta y redondeada, no muy grande y de característico color granate. Son habituales en La Rioja y quizás es una de sus legumbres más famosas. Allí, además de la base vegetal, incorporan carnes de la matanza autóctonas de la zonacomo chorizo y un buen trozo de tocino. Este plato lo podríamos llamar caparrones con verduras, porque yo los he cocinado un poco más “light”, así que lo dejo a vuestra elección el incorporar carne.
Son famosos en el cultivo de esta legumbre los pueblos de Castañares de Rioja, Anguiano y los de Belorado (Burgos). Podéis encontrar variedades como el caparrón del Pilar en la zona de Santo Domingo, el caparrón Colorao del Alto Najerilla, el caparrón Negro de Tolosa en Santo Domingo de la Calzada y el caparrón pinto del Valle del Oja . Son en general plantas trepadoras y se suelen guiar con unas varas de chopo o arbustos como el saúco, así que es fácil localizar su cultivo en el paisaje si estáis de viaje por La Rioja.
En Octubre se celebra el “Festival de la alubia”  en la localidad de Anguiano. Una ocasión fantástica para probar los auténticos caparrones riojanos, una exaltación a este producto, acompañados de buen chorizo, pata de cerdo y tocino, guindillas, pan de hogaza y vino de Rioja, como no puede ser de otra forma. También podéis encontrar algunos platos preparados con oreja y costilla, que es como los he probado yo en la zona y están deliciosos. Os dejo con una interpretación de este plato riojano, un poco más saludable para el cuerpo y apto para vegetarianos, un lujo de receta para cualquier día del año.

ANTES DE COCINAR LOS CAPARRONES

Casi todos los caparrones que he visto son secos, incluso vienen envasados al vacío, con lo que su conservación es perfecta. Cuando empieza la temporada, finales del verano y principios del otoño, se pueden encontrar frescos o tan recientes que no hace falta remojarlos. Son fáciles de almacenar para poder consumir durante todo el año. Lo más importante, sean caparrones o legumbres de otra clase, es que compréis siempre la mejor calidad que podáis dentro de vuestras posibilidades, legumbres nuevas.
  1. El día anterior los ponemos en agua templada con un puñado de sal y los dejamos en remojo unas 10-12 horas durante la noche. No los debemos de tener más de 12 horas, ya que pasado este tiempo la legumbre pierde cualidades.
  2. Es importante que, además de hidratar, los lavemos después para quitar posibles impurezas y que no se cuele ninguna judía estropeada que te puede fastidiar un diente, lo digo por experiencia. Sólo nos quedará escurrir y apartar hasta el momento de preparar la cazuela.
  3. Si tenéis la suerte de encontrarlos frescos, sólo necesitas dejarlos en reposo una hora en un poco de agua caliente. Así ayudaremos a que se cocinen más rápidamente, una vez pasado ese tiempo sólo tenemos que lavarlos y echarlos a la cazuela con el resto de las verduras.
  4. El tiempo de cocción es relativo, pues la verdad es que nunca una legumbre es igual que otra, unas veces están mas tiernas, otras son más viejas, otras tienen la piel más gruesa, otras si te pasas de tiempo se deshacen… con lo que debeis ir probando al final del tiempo aproximado que os doy para aseguraros de que estén en su punto.

PREPARACIÓN DE LA CAZUELA DE CAPARRONES CON VERDURAS

  1. Picamos las cebollitas o la cebolla, el tomate, el puerro y los dientes de ajo en trozos pequeñitos para que se vayan deshaciendo en la cocción. Al final casi no notaremos textura de ninguno de los ingredientes pero sí su sabor. Como a muchas personas no les gusta encontrar ajo en el plato podéis echarlo entero y retirarlo a mitad de la cocción o bien machacarlo.
  2. Lavamos y pelamos las zanahorias, cortamos en trocitos pequeños, cuanto más pequeños más rápido van a cocer.
  3. En una cazuela grande echamos un buen chorro de aove, las cebollas, el puerro, los dientes de ajo, el tomate troceado con su piel y las zanahorias. Sofreímos todo durante 10 minutos a fuego medio alto con un poco de perejil finalmente picado, para que se mezclen bien los sabores. Añadimos una cucharada de pimentón y las hebras de azafrán, removemos mezclando todos los sabores durante un minuto.
  4. Añadimos los caparrones ya hidratados y escurridos. Sofreímos también durante 2-3 minutos removiendo con una cuchara de madera rápidamente y juntamos todo bien (3 minutos).
  5. Cubrimos hasta que queden los caparrones totalmente cubiertos de líquido, con agua fría para que comience a hervir lentamente, si necesitase más agua en el proceso de cocción siempre debe añadirse fría. Cuando empiece a hervir añadimos las dos hojas de laurel y bajamos el fuego para que vaya más lento y no se rompan las legumbres.
  6. Cuando lleve 1/2 hora cociendo le añadimos sal al gusto. Retiramos con un cucharón parte de la grasa de la cocción con el aceite, no habrá mucho pero así estará un poco más suave. En el caso de que sean caparrones frescos le quedarían unos 15 minutos más aproximadamente, si son caparrones secos tardarán una hora.
  7. En algunos pueblos de La Rioja le suelen añadir en el último momento una o dos yemas de huevo cocido machacadas y desleídas con un poco de la salsa de los caparrones, no es imprescindible pero le da un toque muy rico. A partir de este momento el guiso no habría de hervir más.
  8. Retiramos del fuego y dejamos reposar un poco antes de servir.
Echamos los caparrones en un plato hondo y a comer. ¡Así de fácil!