Los niños son inocentes y puros en la gran mayoría de ocasiones, pero claro, hay algunas veces que los pequeños son unos descarriados, ya sea por enfermedad o incluso por ganas de llamar la atención, pasándose de la raya en muchas ocasiones, ya que en estos casos no son solo "cosas de niños", ya que han ido más allá, siendo estas "criaturas" las peores de la historia:
1. Jon Venables y Robert Thompson
Los dos jóvenes tenían diez años cuando cometieron el crimen, uno de los más aberrantes de la historia del Reino Unido, por la corta edad de los autores y la saña con que torturaron a su víctima antes de matarla.
La mañana del 12 de febrero de 1993 ambos faltaron a la escuela y fueron a un centro comercial de Bootle, en Merseyside. James Bulger estaba jugando frente a la carnicería, donde había entrado su madre, Denise.
Cuando Thompson y Venables le tendieron la mano el niño, curioso y de naturaleza jovial, no lo pensó dos veces. La madre lanzó la alarma de inmediato, pero ya era tarde: James se había alejado con sus asesinos por una salida secundaria, como mostraron luego las cámaras de un circuito cerrado de televisión.
Fue el comienzo de una larga agonía. Cuando llegaron a una vía férrea del paraje de Walton, Thompson y Venables no mostraron piedad alguna.
Primero le arrojaron ladrillos encima al pequeño, luego lo golpearon repetidas veces con una barra de metal. Thompson le dio una patada tan fuerte en la cara que le dejó la huella marcada en la piel. Finalmente le quitaron los pantalones y los pañales y lo torturaron con baterías eléctricas.
El cadáver del niño fue hallado sólo el 16 de febrero, tras cuatro días búsqueda nacional: un tren lo había cortado en dos.
Thompson y Venables, que fueron juzgados como adultos por decisión expresa del gobierno y condenados a cadena perpetua, serán vigilados todo el resto de sus vidas, y si alguna vez cometen otro delito serán enviados nuevamente a prisión.
2. Brenda Spencer
¿A quién se le ocurre regalarle a una adolescente americana un rifle por Navidad?, pues a los padres de esta chica, los cuales tomaron la peor decisión de sus vidas al hacerlo.
Y es que esta chica lo usó para disparar en el interior de su escuela, hiriendo a ocho niños y a un policía, para posteriormente matar a otros dos profesores que intentaban proteger a los alumnos.
Cuando finalmente fue detenida, alegó que lo había hecho porque "no le gustaban los Lunes".
3. Mary Bell
Fue encarcelada por estrangular a un niño pequeño llamado Martin Brown el 25 de mayo de 1968, el día anterior a cumplir sus 11 años de edad.
Por lo que se sabe, estaba sola al momento del asesinato. Entre ese momento y el segundo asesinato, ella y su amiga Norma Bell (quien no tenía relación familiar con ella) La Policía de Newcastle desestimó este incidente diciendo que era sólo una broma.
El 31 de julio de 1968 las dos tuvieron parte nuevamente en un asesinato y nuevamente por estrangulación, de Brian Howe de tres años de edad. Los informes de la Policía concluyeron que Mary Bell volvió al lugar del crimen con una navaja para escribir una "N" en el estómago del niño, y luego, con esa misma navaja pero con otra mano, formó la "M".
Mary Bell también usó un par de tijeras para cortar partes del cabello de Brian Howe además de sus genitales.
Las niñas eran muy jóvenes y sus testimonios se contradijeron mucho, por lo que nunca se supo con claridad lo que sucedió. En principio la muerte de Martin Brown fue declarada como accidente, ya que no había pruebas de nada extraño. Sin embargo, la muerte fue vinculada con el asesinato de Brian Howe y finalmente en agosto las dos niñas fueron detenidas y acusadas de dos cargos de asesinato en segundo grado.
4. Jesse PomeroyFue conocido tristemente a finales del Siglo XIX como el "novio de Boston", ya que con 14 años, secuestró y torturó a ocho niños menores de 10 años.
Por esos crímenes fue a un reformatorio, del cual salió rápidamente tras hacer una buena amistad con un funcionario de prisiones.
Tras ello, no acabo su carrera delictiva, ya que acabó con la vida de una niña de 11 años que fue a comprar a la tienda de su madre y con otro de 4 años de edad, al cual acuchilló tan salvajemente hasta casi decapitarlo.
Tras ser preguntado por estos dos últimos crímenes, James contestó fríamente "Sí, supongo que yo lo hice, deténganme".
5. Eric Harris y Dylan KleboldEric Harris, de 18 años de edad, y Dylan Klebold de 17, entraron en la escuela, de donde eran alumnos, armados con dos escopetas (una de ellas recortada), una carabina Hi-Point 995 semiautomática de calibre 9 mm, una pistola Tec 9 semiautomática de calibre 9 mm, varios dispositivos explosivos caseros y una bomba compuesta por un tanque de propano de 9 kilogramos; los adolescentes, antes de suicidarse, realizaron numerosos disparos en la cafetería y en la biblioteca de la escuela, asesinando a 13 personas (12 alumnos y un profesor) e hiriendo a 24 alumnos, resultando un total de 15 personas fallecidas.
En total hubo dos tiroteos: el primero desde que los dos adolescentes abandonaron el estacionamiento hasta que entraron en el instituto; primero asesinaron a Rachel Scott, que estaba almorzando junto a su compañero Richard Castaldo (éste quedó paralítico tras recibir impactos de bala en la columna), luego a Daniel Rohrbough, cuando intentaba huir del instituto y finalmente a Dave Sanders, el cual falleció horas después de recibir los disparos por pérdida de sangre.
El segundo tiroteo fue el más sangriento, en el cual fallecieron 10 alumnos y otros muchos fueron heridos. Los asesinos, tras veinte minutos disparando en la cafetería e incendiándola, subieron de nuevo a la biblioteca donde lanzaron una última ráfaga de disparos a la policía y se suicidaron, primero Eric Harris, disparándose en la boca, y después Dylan Klebold disparándose en la cara.
Se trata, hasta hoy día, del tiroteo más sangriento producido en un instituto en toda la historia de los EE.UU.
6. Natsumi Tsuji
2004, Nagasaki (Japón): Natsumi Tsuji “Nevada Tan”, una estudiante sobresaliente de 11 años de edad, mata a una compañera de escuela, degollándola con un cutter en un aula, a causa de que la llamó “gorda”.
Es sentenciada a 9 años de prisión.
7. Joshua PhillipsA sus 14 añitos, aporreó a su vecina de 8 años hasta provocarle la muerte, después de lo cual la escondió debajo de su cama durante nada menos que una semana.
Cuando su madre descubrió que algo olía mal debajo del somier, descubrió el cadaver, por lo que aterrorizada por ello y por la sangre fría de su propio retoño, quién le confesó que solo había estado jugando con ella, huyó de la casa tan rápido como pudo.
Una vez solo, Joshua apuñaló el cadaver 11 veces sin ningún tipo de piedad, como quién acuchilla a un juguete roto que uno desprecia.
8. Luke Woodham
Este chico de 16 años, sufría el acoso y las burlas de sus compañeros en Pearl, Mississipi.
Cuando su novia le dejó, entró en cólera. Apuñaló a su madre la mañana del 1 de octubre, y se llevó al colegio un rifle y una pistola.
Mató a su ex novia y a otra chica. Y no paró ahí. Hirió a otros siete alumnos antes de quedarse sin municiones. Volvió al coche a por más, y fue detenido por el subdirector.
Woodham explicó que el mundo había sido injusto con él, que no podía aguantar más. «Maté porque la gente como yo es maltratada cada día», dijo. «He hecho esto para mostrar a la sociedad: abusad de nosotros y contestaremos».
En el juicio, declaró que había sido poseído por los demonios que eran manipulados por un miembro de su grupo.
9. Edmund KemperConocido como "El asesino de las colegialas", poseía un cociente intelectual de 136 y desarrolló un comportamiento sociopatológico desde muy joven, ya que torturaba y asesinaba a animales, representaba rituales sexuales bizarros con las muñecas de sus hermanas y llegó a decir que, para besar a una maestra por la que se sentía atraído previamente tendría que matarla.
El 27 de agosto de 1964, a los 15 años, Edmund tiroteó a su abuela - con la que vivía en un rancho de unas 7 hectáreas - mientras ésta estaba terminando su último libro para niños.
Pero, la cosa no acabó ahí, puesto que cuando llegó su abuelo también le mató. Acto seguido llamó a su madre y la instó a que avisara a la policía, pues había matado a sus abuelos.
Las declaraciones que dio a los agentes fueron las siguientes: él "sólo quería ver qué se sentía al asesinar a su abuela" y mató a su abuelo porqué sabía que se enfadaría por haber matado previamente a la abuela.
El quinceañero fue internado en el Hospital Estatal de Atascadero y, además de hacerse amigo de su psicólogo, se convirtió en su asistente.
Gracias a su inteligencia, se ganó tal confianza del doctor que se le permitió el acceso a las pruebas aplicadas a otros internos. Gracias al aprendizaje que obtuvo de estas pruebas impresionó a su médico y consiguió el alta - algo muy discutido por otros médicos - demostrando después que había sellado para siempre su historial juvenil.
10. Kipland KinkelEste estudiante de 15 años fue galardonado por sus compañeros con el dudoso premio de ser "quién iba a iniciar la III Guerra Mundial".
Poco después, en un tiroteo, mató a dos de sus compañeros de clase e hirió a siete. Cuando la policía llegó a su casa, había matado también a sus padres, y los agentes de seguridad tenían preparadas varias bombas caseras destinadas a ellos, impactando una de ellas contra uno de los policías y acabando con su vida en el instante.
11. Graham YoungDesde muy temprana edad, Graham Young había estado fascinado por la química, y los efectos de las sustancias en el cuerpo humano. Su otro gran interés, era idolatrar asesinos tales como Dr. Hawley, Crippen, Willam Palmer o Adolf Hitler entre otros. Young empezó a experimentar con sustancias cuando tenía 14.
Normalmente mentía sobre su edad, y cuando compraba sus ingredientes decía que eran para un experimento de clase. Su familia y amigos fueron sus víctimas. Su padre se puso enfermo, originalmente pensó que se trataba de un virus. Después, la misma enfermedad atacó a su madrastra y hermana. Los tres sufrían de diarrea, vómitos y dolores corporales continuos. En 1962, la madrastra de Young murió por envenenamiento.
A los 14 años, Young ya sabía sobre química más que un licenciado universitario, todo aprendido por sí mismo en libros de la biblioteca. A veces, su propio veneno le afectaba a él, cuando se olvidaba en cuales alimentos lo había puesto y en cuales no. Young fue descubierto por un profesor que inspeccionó su taquilla tras un día de case, sospechoso por la actitud del muchacho, que sugería realizar extraños experimentos químicos. El profesor encontró botellas con veneno, artículos sobre prisioneros famosos por asesinatos, y bocetos de dibujo de personas moribundas. Ante tal descubrimiento llamó a la policía. Young fue enviado a un hospital mental de máxima seguridad, pero eso no le detuvo a la hora de seguir probando sus venenos en el personal del hospital y sus compañeros internos (uno de los cuales murió).
Su conocimiento era tan extenso que podía extraer cianuro de hojas de laurel. Young fue puesto en libertad a los 23 años, su hermana le acogió en casa. Su obsesión por el veneno continuó, ahora, sus víctimas eran compañeros de trabajo. Young fue posteriormente mandado a prisión al ser detenido en posesión de antimonio, talio y aconitina, donde murió de un infarto años más tarde.
12. Willie BosketAntes de cumplir 15 años Willie ya había cometido más de 2 mil crímenes en Nueva York, entre ellos acuchillar a varias personas, pero a ésta edad mató a un niño en una pelea, poco después comenzó una ola de robos en el metro que terminó con la muerte de 2 personas a las que según él disparó solo para saber que se sentía.
Willie fue sentenciado a 5 años de carcel por ser menor de edad, salió a los 20 años pero al poco tiempo regresó por otros delitos y ahora tiene una condena de por vida, una vida que él mismo describe como vacia ya que solo ha estado fuera de alguna carcel 9 años de los 45 que lleva viviendo.
13. Jordan Brown
Jordan Brown, un niño de 11 años de edad, tomó la escopeta de su padre, asesinó a su madrastra embarazada y luego, como si nada hubiera pasado, abordó el autobús rumbo a su colegio.
El caso ha estremecido la región Noroeste de los Estados Unidos y es el segundo asesinato con diferencia de días, cometido por sendos niños. La víctima Kenzie Marie Houk tenía ocho meses de preñez, según las autoridades del poblado de Wampum, una comunidad rural situada a unos 56 kilómetros de Pittsburg. John Bongivengo, Fiscal del Distrito anunció que acorde con las leyes estatales, el muchacho deberá ser juzgado como adulto, pero el jefe de la oficina del Sheriff, dijo que no tenía espacio adecuado en la cárcel para mantener a un niño allí.
El menor, le hizo un certero disparo en la cabeza a la mujer y después se montó en la guagua que lo llevaría a su escuela. La familia vive en una granja. Fue acusado de homicidio criminal y homicidio criminal de un niño no nacido aún (feto) y fue recluido en la cárcel municipal del condado Lawrence.
“No creemos que se trate de un accidente, pero seguimos investigando los motivos que pudieron llevar al niño a cometer el asesinato”, explicó la policía de Wampum. Medios locales, atribuyen a algunos miembros de la familia Brown, decir que pudo haberse tratado de un caso de celos.
Una hermanastra del chico (de 4 años de edad), le dijo a un leñador que trabaja en la granja que creía que su madre estaba muerta. Este, tras verificarlo, dio parte a la policía que averiguó que al autor fue el menor.
Otra hermanastra de Jordan de 7 años, lo delató a la policía diciendo el papel que él pudo haber jugado en el crimen. Si es hallado culpable, el muchacho se enfrentaría a una pena máxima de cadena perpetua y una mínima de 50 años.
14. Cristian Fernández
La vida de Cristian Fernández está marcada por múltiples problemas en su entorno familiar, su padre fue encarcelado por delitos sexuales tras haber dejado embarazada a su madre a los 12 años de edad, después de que Cristian nació tuvo que ser acogida por los servicios de asistencia porque el bebé andaba por ahí solo y desnudo.
Su abuela de 34 años se encontraba sumergida en las drogas y su padrastro se suicidó frente a la familia para evitar ser detenido por abusar continuamente de Cristian.
El proceso normal indicaría que de ser declarado culpable, el menor sería ingresado en un centro correctivo hasta que cumpla la mayoría de edad, pero las leyes en el estado de Florida, EU, establecen que puede ser juzgado como alguien mayor debido a la gravedad del crimen.
La fiscalía argumenta que el crimen fue realizado “con mucha reflexión”, por lo que sí es liberado a los 21 años, aún supondría un gran peligro para la sociedad.
Cristian mató a su hermano a golpes, provocándole derrame cerebral y graves contusiones en ojos y nariz; la madre al llegar a la casa y percatarse del asesinato intentó revivir al pequeño durante dos horas y después llamó a una ambulancia argumentando que se había caído, ahora será juzgada por homicidio involuntario.
Ayer Cristian se declaró inocente del crimen y sus abogados realizan lo posible para que el caso sea devuelto a un tribunal de menores. Por el momento el niño de 12 años permanece en una cárcel de mayores, aunque en celdas con otros menores.
El récord de la persona más joven en ser condenada a cadena perpetua lo podía haber establecido Jordan Brown, juzgado por matar a la novia embarazada de su padre, cuando tenía 11 años, pero fue condenado dos años después.
15. Eric SmithA sus 13 años, Eric Smith sufría acoso escolar debido a sus gruesas gafas, pecas, pelo rojo y orejas de peculiar forma. Se piensa que estos rasgos podrían ser un efecto secundario de la medicina que su madre tomaba para la epilepsia estando embarazada.
Smith fue culpado del asesinato de un niño de 4 años llamado Derrick Robie. El pequeño fue estrangulado, golpeado en la cabeza con rocas de gran tamaño y sodomizado con un palo.
Cuando le preguntaron por qué lo hizo, Smith no pudo dar una respuesta definitiva. Un psiquiatra diagnosticó a Smith con trastorno explosivo intermitente, una condición en la que la persona no puede controlar su propia rabia interior.
Smith fue juzgado como adulto y fue a prisión. A día de hoy, Eric Smith sigue en prisión y se le ha sido denegada la libertad condicional 5 veces, la última vez el año pasado.
16. Craig PriceA la edad de 13 años cometio lo siguiente:
Joan Heaton (39), junto con sus dos hijas, Jennifer (10) y Melissa (8) fueron encontrados sin vida, y enmedio de un gran charco de sangre en su casa en Septiembre de 1989. Fueron apuñaladas tan brutalmente que el cuchillo se rompió en el cuello de Melissa.
La policía informó que Joan tenía aproximadamente 60 puñaladas por todo el cuerpo, mientras que las niñas tenían 30 cada una aproximadamente. Las autoridades estaban seguras de que se trataba de un intento de asalto; el cuchillo usado era de la misma cocina de Heaton, usado por ella misma para intentar defenderse del ladrón, pero que acabó arrebatándoselo y usándolo contra ellas.
Se creía también que el asesino debía haber sido alguien de la vecindad, que también había sufrido alguna herida en en forcejeo debido a la fuerza y el ángulo empleado en las puñaladas.
Craig fue avistado por la policía con unas vendas en su mano, pero dijo que se había pillado la mano con la ventanilla de su coche. La policía no le creyó. Le investigaron y acusaron después de encontrar varios objetos personales manchados de sangre en su casa.
Más tarde admitió el crimen, y otro asesinato que tuvo lugar dos años antes en el mismo barrio. Las autoridades ya sospechaban de esto al tratarse de un caso muy parecido.
Craig fue juzgado y a día de hoy aún se encuentra en prisión.
17. Barry Dale LoukaitisEn febrero de 1996, un tiroteo en Frontier Middle School en mitad de la clase de álgebra acabó con la vida de dos estudiantes y un profesor, más algunos otros alumnos en estado crítico.
La persona acusada fue un niño de 14 años llamado Barry Dale Loukaitis, que experimentó delirios mesiánicos antes de disparar. Barry estaba vestido como un pistolero del Lejano Oeste y armado con un rifle de calibre .30-30, una pistola de calibre .357 y una pistola de calibre .25 pertenecientes a su padre.
Los estudiantes fueron retenidos y amenazados con otro tiroteo durante 10 minutos hasta que un ayudante de gimnasio engañó al chico y lo redujo. Se cree que, tras la historia de los trastornos mentales en su familia, Barry fue influenciado por el videoclip de Pearl Jam, "Jeremy". El video muestra un joven cometiendo suicidio en frente de sus compañeros de clase y profesor.
También consta en los informes que dijo "This sure beats algebra, doesn't it?" a sus compañeros presos del pánico. Esta frase, es una cita de un libro de Stephen King "Rage" en el cual, el protagonista mata a dos profesores de álgebra.
Barry se enfrenta actualmente a dos sentencias de cadena perpetua y 205 años de prisión adicionales.
18. George StinneyEn junio de 1944, George Stinney (14 años) batió el record de ser la persona más jóven en ser ejecutada legalmente en los Estados Unidos en el siglo XX.
George fue declarado culpable de las muertes de dos niñas llamadas Betty Jane Binnicker (11) y Mary Emma Thames (8), ambas fueron encontradas en un agujero mal cavado. Las niñas sufrían varias fracturas de cráneo hechas con un trozo de vía de ferrocarril arrancado, y que fue encontrado cerca del enterramiento.
George confesó los crímenes, y dijo que había intentado tener relaciones sexuales con Betty, pero ésta se negó y terminó matándola a ella y a su amiga Mary Emma.
Fue juzgado como adulto y condenado a morir en la silla eléctrica; la sentencia no fue recurrida porque su familia no tenía dinero para continuar con el procedimiento. La gente del barrio, especialmente los padres del niño, apenas podían creer que aquel chico había matado.
Phillips incluso se unió como voluntario en la búsqueda de la niña desaparecida. Como era menor de 16, no pudo ser condenado a pena de muerte. Pero fue encarcelado de por vida sin posibilidad de condicional.
A día de hoy, Phillips aún no ha hablado sobre los motivos que lo llevaron a asesinar a la niña. Él dijo que la golpeó sin querer con una pelota de béisbol, se desmayó, más tarde se dio cuenta de que estaba fría y asustado, escondió su cuerpo, pero el juzgado no se creyó esta historia.
19. Mitchell Johnson y Andrew Golden1998, Jonesboro, Arkansas (Estados Unidos): Mitchell Johnson y Andrew Golden, dos niños de 11 y 13 años de edad, atacan la escuela Westside Middle School, de la cual son alumnos, el 24 de marzo.
El motivo es el desaire que una de sus compañeras le hace a Mitchell al despreciarlo cuando éste le pide que sea su novia. Él y su primo Andrew toman las armas de sus padres, cientos de municiones y se visten con uniformes militares de camuflaje. Matan a 5 personas (cuatro alumnas y una maestra) y hieren a 10 más, antes de ser sometidos por la policía.
Condenados a prisión, los dos son liberados al cumplir dieciocho años.
20. Lionel Tate
Kathleen Grossett-Tate estaba cuidando a Tiffany Eunick, la hija de una amiga. Esa tarde la madre de Tiffany la dejó en casa de Kathleen, y dijo que la recogería unas horas más tarde. Esa noche, Kathleen se quejó de dolor de cabeza y fue al piso de arriba a acostarse un rato dejando a la pequeña en compañía de su hijo de 14 años Lionel Tate mientras veían la tele.
Sobre las 10 de la noche, escuchó un alboroto y gritó que se estuvieran quietos, pero no fue a comprobar el motivo de los gritos, simplemente pensó que estarían jugando. 45 minutos más tarde Lionel subió y dijo a su madre que la niña no respiraba. Explicó que habían estado jugando a luchar, cuando la niña tropezó y se golpeó la cabeza con la mesa.
La autopsia reveló que el hígado de la niña había sufrido daños producto de los golpes que recibió. A parte de eso, su cráneo y dos costillas estaban partidas, y otras 35 lesiones por todo el cuerpo.
Tate cambió su testimonio más tarde diciendo que la niña se cayó por las escaleras. Por esto, fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional en 2001, pero su sentencia fue cambiada, ya que su abogado determinó que las pruebas mentales pertinentes no habían sido realizadas, ni antes ni durante el juicio. Por lo que fue puesto en libertad en 2004.
En 2005, fue capturado por atraco con arma de fuego a un repartidor de pizzas a quien le robó el dinero que llevaba y un pedido por valor de 33 dólares que iba a entregar. Ernest Gallardo llamó a la policía, pero no encontraron arma de fuego en su posesión ni los bienes robados. Más tarde confesó haberlo hecho y fue juzgado culpable de robo con intimidación, posesión ilegal de armas y violación de su periodo de prueba. Por lo que fue condenado a 30 años de prisión.