Lo que los chicos saben sobre el sexo pero que nunca se lo diran a su chica



A menudo las mujeres tienden a pensar que los hombres saben muy poco sobre sexo. Sin embargo, la realidad es que conocen muchos secretos pero no se atreven a contárselos. Los varones suelen compartir muy poco sus conocimientos sexuales con ellas. De esta manera, se ha extendido la creencia de que ellos no saben nada sobre el tema y son unos completos desastres en la cama. Dentro del amplio abanico de reglas que los hombres manejan, existe un decálogo de oro que nunca debe fallar.
La importancia de la ropa interior

A la hora de tener un momento íntimo, uno de loselementos primordiales es la ropa interior. Su papel en el encuentro sexual es muy importante. El hombre lo sabe y le da mucha importancia, aunque nunca se lo diga a la mujer. Ambos saben que la ropa interior terminará tirada por el suelo, pero eso no quiere decir que no haya que poner especial atención en la combinación. En el juego previo a la desnudez plena, la ropa interior es fundamental para lograr seducir a la otra persona.


El sexo imprevisible es fundamental

En el plano sexual, a las personas les suele estimular más lo que no está planificado que lo preestablecido. Lo inesperado es más sensual y atractivo y el hombre es muy consciente de ello. Prefiere el sexo furtivo aunque no lo diga nunca. La creencia general es que el hombre es muy previsible en sus gustos sexuales. Sin embargo, sabe que nada se puede igualar al sexo que surge espontáneamente en el transcurso del día. Los instantes más especiales pocas veces se planean, algo que en el sexo también ocurre.


La práctica mejora el proceso

La repetición de cualquier actividad ayuda a que se mejore el proceso de practicarla. En el plano sexual pasa lo mismo y el hombre es muy consciente de ello. Cuanto más sexo se practique, mejor será el acto sexual en sí mismo. Aunque parezca una conclusión evidente, la mujer no piensa mucho en ello, mientras que el hombre lo tiene siempre presente. Es una de las razones por la que los hombres siempre quieren tener sexo con sus parejas. El hábito de practicar sexo mejora la vida sexual de las personas.


La masturbación ayuda

Si se entendiese el sexo como un deporte, la masturbación debería ser considerada como una parte del entrenamiento. Masturbarse es una acción muy adecuada para mejorar el rendimiento durante el coito. El hombre suele masturbarse con asiduidad, aunque mantenga una relación estable con una mujer. Sabe que la masturbación le ayudará a incrementar el tiempo y la calidad del sexo. Es uno de los pilares para el género masculino, aunque el sector femenino suela verlo como algo negativo. La realidad es que se trata de un proceso muy sano.


Los preliminares cuentan
Antes de meter la comida en el horno se recomienda precalentarlo. Esa máxima también vale para el sexo. Aunque el fin del acto pueda ser la penetración, el hombre sabe que es muy importante que los preliminares consigan poner a tono a su pareja. De esa manera, todo será más fluido y placentero para ambos. Es la única forma de que los dos disfruten del coito a partes iguales. Aunque la mujer piense que su amante no le pone atención a esta parte, lo cierto es que sabe perfectamente lo importante que es.


Se puede comenzar sin erección


El sexo es mucho más que la penetración, de eso no hay ninguna duda. Es un acto con muchas etapas y formas, por lo que no hay que encorsetarse en una sola. Aunque la erección sea una parte importante para practicar sexo, el hombre es consciente de que se pueden realizar más cosas aparte de la penetración. Hay un amplio abanico de posibilidades sexuales que no requieren que el hombre tenga una erección para poder llevarlas a cabo. Se puede lograr un sexo placentero sin recurrir a ella.


Variar en las posturas


El sexo no debe caer en la rutina. Si lo hace, la relación se atrofia y la calidad de los encuentros sexuales se resiente. Hay que ser innovador y probar cosas nuevas. El hombre sabe que la variación en las posturas durante el coito es primordial. Por ello, la imaginación masculina suele echar a volar cuando tiene sexo o piensa en él. Nunca se lo dice a su amante, pero sus ansias de probar nuevas posturas se encaminan a no caer en la rutina. Algo que la relación agradecerá enormemente.


Ser creativos

En el sexo el único límite que debe existir es la imaginación de cada persona. Cualquier cosa es posible cuando se trata de tener sexo. Por ello, el hombre suele apostar por la creatividad a la hora de satisfacer a una mujer. Es recomendable probar cosas nuevas, elementos distintos dentro del encuentro sexual. Desde un simple disfraz hasta un juguete erótico, todo vale para impresionar a la otra persona. Cuanto más cosas nuevas probéis, más fácil será que se le ocurran otras diferentes.


La erótica de los espacios públicos

¿Hay algo más erótico que practicar sexo en un lugar público y que te puedan ver? Al hombre le suele encantar esta posibilidad porque sabe que el riesgo de ser vistos alimenta la sensualidad del momento. Es un amante de lo prohibido e intenta transmitir a la mujer, de manera sutil, esas ganas por probar el sexo en los sitios más comunes. Hay muchos lugares que pueden prestarse a esta práctica, pero lo ideal es que cada uno deje aflorar sus fantasías. Experimentar es una de las mejores cosas del sexo.


La complicidad del "después"


Al igual que la etapa anterior a la penetración es crucial para que el acto sexual sea plenamente satisfactorio, la fase que sucede después es muy importante para la relación. Cuando el sexo termina, el hombre sabe que hay unos minutos que dejan paso a la complicidad. Es un paso que el varón debe tener en cuenta. Unos abrazos de ternura y unos besos de satisfacción son innegociables en esos momentos. La mujer valora enormemente este paso y el hombre tiende priorizarlo mucho en su quehacer en la cama.