Bebidas sin efectos milagrosos

Bebidas sin efectos milagrosos
Bebidas isotónicas preparadas para los atletas de un maratón. Foto Wikipedia

A una semana del mayor evento deportivo del mundo, una investigación realizada conjuntamente por elBritish Medical Journal (BMJ) y la BBC desvela que existe «una sorprendente falta de evidencia» que apoye las afirmaciones sobre los efectos beneficiosos en términos de rendimiento y de recuperación de las bebidas isotónicas y los batidos de proteínas.

La investigación, realizada por el Centro de Oxford para la Medicina Basada en la Evidencia y BMJ, y publicada en BMJ Open, concluye que no han encontrado pruebas para apoyar los eslóganes que continuamente hacen algunas de las grandes marcas deportivas para promocionar sus productos por lo que, aseguran, «es prácticamente imposible tomar decisiones informadas sobre los riesgos y beneficios de los productos deportivos anunciados».

La investigación no se olvida de criticar el papel de los métodos que utiliza las Autoridades Europeas de Seguridad Alimentaria (EFSA) para regular la comercialización de «estos reclamos». Según el coordinador del trabajo, Matthew Thompson, de la Universidad de Oxford, estos métodos se basan en una investigación «muy pobre», donde los datos son suministrados principalmente por los propios fabricantes. En su opinión, debería haber un «un enfoque más científico y riguroso» para valorar con fundamentos científicos las demandas de alimentos en la Unión Europea.

Los hallazgos de este documento titulado La Verdad Acerca de los Productos Deportivosdenuncian la pseudo investigación científica basada «en el bombo y autopromoción de esta industria multimillonaria », y sugiere que podríamos estar «malgastando nuestro dinero en estos productos».
Ciencia de la hidratación
La investigación no deja «títere con cabeza». También analiza el papel de las compañías de bebidas isotónicas para deportistas en la «ciencia de la hidratación». Así, se cuestiona la legitimidad de sus vínculos con algunos de los organismos más influyentes del mundo del deporte en un intento por ganarse la confianza del público sobre sus productos y persuadir así a la población que, para hacer ejercicio, hace falta algo más que agua.

Porque, como denuncia Arthur Siegel, de la Universidad de Harvard (EE.UU.), nos están engañandosobre los peligros de la deshidratación; de hecho, subraya, las continuas advertencias de esta industria sobre «mantenerse alerta ante la sed», puede tener el efecto contrario, ya que «beber demasiado de cualquier líquido puede ser fatal».

El equipo de la Universidad de Oxford, dirigido por Carl Heneghan, buscó evidencias científicas que sostuvieran los eslóganes manejados por las grandes marcas deportivas para vender que sus productos mejoran el rendimiento. Analizaron 431 de estas afirmaciones encontradas en anuncios de 104 productos diferentes de bebidas isotónicas, batidos de proteína y zapatillas deportivas. Si las evidencias científicas no estaban claras, los propios investigadores solicitaban más información a las empresas. Algunas, como Puma, no facilitaron ningún dato. En el otro extremo está la farmacéuticaGlaxoSmithKline, que comercializa Lucozade, que suministró 174 estudios.

Sin embargo, sólo tres (2,7%) de los estudios se consideraron de alta calidad y con un bajo riesgo de sesgo. Los investigadores creen que esta falta de evidencias científicas de alta calidad es «preocupante » y llaman a una mejor investigación en esta área para a tomar decisiones informadas.

Muchos científicos del deporte apoyan esta opinión. Por ejemplo, Tim Noakes, de la Universidad de Ciudad del Cabo (Australia), dice que mientras que las bebidas isotónicas pueden ser útiles para los atletas de élite, en raras ocasiones las empresas que las comercializan han analizado sus efectos en personas normales que practican ejercicio. Y advierte: «muchas de ellas contienen altos niveles de azúcar».

Sin embargo, las bebidas deportivas como Lucozade Powerade, la bebida oficial de Juegos Olímpicos de 2012, fabricada por Coca-Cola, se venden en supermercados y pronto tendrán la aprobación europea como bebida que «ayuda a mantener el rendimiento y la resistencia».
Obesidad infantil
El informe también denuncia que GlaxoSmithKline ha puesto en marcha un programa en los colegios, con niños de 11 a 14 años, cuyo objetivo es demostrar las ventajas de las bebidas deportivas sobre el agua. En un momento en el que las cifras de obesidad infantil en todo el mundo empiezan a ser preocupantes, Matthew Thompson, del equipo de Oxford, cree que no hay ningún dato científico que sugiera que las bebidas isotónicas sean buenas para reducir el sobrepeso: Mejor, dice, «hacer más ejercicio, jugar al fútbol o ir al gimnasio».

Pero no sólo la industria nos dice que «necesitamos estas bebidas especialmente formuladas para hacer correctamente ejercicio»; también se nos dice la forma de beber, para «adelantarnos a la sed», cuando las evidencias sugieres que lo mejor es beber cuando tienes sed.

En una carrera que parece no tener fin, algunas compañías han llegado a «rizar al rizo» al sugerir que las bebidas isotónicas pueden proteger contra los efectos de la hiponatremia -una caída en los niveles de sal del cuerpo causado por el exceso de bebida-, cuando los expertos tienen claro que beber demasiado cualquier líquido puede llegar a ser peligroso.

Calzado
Los investigadores también han sido incapaces de encontrar evidencias científicas de calidad que sirvan para apoyar que algunos de sus productos deportivos reduzcan el riesgo de sufrir lesiones, a pesar de que durante décadas el enfoque de la industria se ha centrado en la creación de un calzado deportivo especial cuyo objetivo era reducir el riesgo de lesión gracias una amortiguación contra impactos y el control de la pronación - rotación del pie cuando se caminas o corre-.
Así la profesora y experta en lesiones deportivas, Irene Davis, de la Universidad de Harvard, explica que «no hay evidencias para prescribir un calzado deportivo a medida». Esta opinión está respaldada por un reciente estudio realizado por el ejército de EE.UU. -el mayor estudio de calzado deportivo realizado hasta la fecha- en el que se señala que no hay diferencias entre el uso de zapatillas a medida o normales en cuanto a los patrones de lesión.
En este sentido Benno Nigg, un destacado experto en biomecánica del calzado deportivo que ha trabajado con las marcas deportivas más importantes durante más de cuatro décadas, dijo a la BBC que su investigación reciente confirma que «los factores predictores más importantes para las lesiones son la distancia, el tiempo de recuperación o la intensidad. El calzado -afirmó- es un factor menor».

Del mismo modo, Heneghan, no encontró «evidencia» para apoyar las reivindicaciones que afirman que los batidos de proteína puedan aumentar el rendimiento y la recuperación más que una dieta rica en proteínas y carbohidratos. El experto en nutrición Mike Lean, de la Universidad de Glasgow, describe que los batidos de proteína son «una forma más bien cara de conseguir un poco de leche».

«Estos mensajes engañosos se filtran todos los días a manos de científicos patrocinados por las empresas, que a su vez asesoran a los organismos deportivos de alto nivel », explica la jefa de investigación del British Medical Journal, Deborah Cohen. «Por ejemplo, el miedo a los peligros de la deshidratación se ha convertido en el evangelio y ahora influye en lo que bebemos cuando hacemos ejercicio. Es un triunfo del marketing sobre la ciencia».

La investigación concluye que, «por ahora, las evidencia que tenemos nos sugieren usar el más común de nuestros sentidos: seguir una dieta bien equilibrada, beber agua, encontrar un calzado cómodos y hacer ejercicio con regularidad».

La extraña relación ciencia/industria


En un artículo complementario, Deborah Cohen, detalla el pasteleo entre la industria y un grupo de científicos, encargados de ser un altavoz de estas bondades de las bebidas deportivas. Así, a pesar de que una gran proporción de los estudios los han hecho científicos ligados económicamente con Gatorade (PepsiCo), GSK y Coca-Cola, los conflictos de los autores individuales de interés o bien no son publicados o no declarados.
Además, la revista Medicine and Science in Sports and Exercise, está financiada por Gatorade y Powerade. Otras revistas, como el British Journal of Sports Medicine (del mismo grupo que publica hoy la macroinvestigación), Nutrition, European Journal of Applied Physiology y el Journal of Sports Sciences tienen en su consejo editorial a científicos pagados por PepsiCo, Coca-Cola o GlaxoSmithKline.

Por www.abc.es