Pollo en vez de restaurantes y las copas en casa para sobrevivir a la crisis


A grandes males, grandes recortes. Las familias españolas se están viendo obligadas a hacer malabarismos con la cesta de la compra. Según un informe de la OCU basado en los datos del CIS, la conducta de los consumidores está cambiando de forma vertiginosa. Las familias han ajustado sus hábitos de compra y consumo, limitando gastos y estirando unos ingresos que se ven cada vez más mermados.

Comprar no, reparar sí

Las subidas del precio de la gasolina, la luz el gas y las tasas municipales han provocado que la gente destine la mayoría de sus ingresos a cubrir otro tipo de necesidades, desviando así la curva habitual de consumo. Los sectores que más afectados se han visto son el ocio, los gastos en suministros y la ropa y el calzado, que han sufrido el efecto del tijeretazo familiar.


Los tratamientos médicos y dentales, la alimentación y el transporte son los intocables en la factura de los hogares, apenas se han visto alterados. Según la encuesta del CIS de enero de 2012, el 42% de los encuestados asegura que llega justo a final de mes y sólo el 15% consigue ahorrar algo.

Ante esta situación, el consumidor está más centrado en el mantenimiento de los productos más perecederos como automóviles, electrónica o vivienda que en la compra de los mismos. Así, un 7% de los encuestados ha comprado en los últimos meses un coche y un 20% ha adquirido un ordenador o algún aparato electrónico. Mientras, el 95% aseguran que no comprarán una vivienda este año.

Menos carne y más alcohol

El 58% de los encuestados en el barómetro del CIS cree que los precios seguirán subiendo durante este 2012. Ante esa elucubración, el consumo de alcohol ha aumentado considerablemente en los hogares mientras se ha reducido la presencia en los bares, restaurantes y cafeterías.

En cuanto a la comida, el consumo de carne se ha visto gravemente reducido salvo en productos baratos como el pollo y la carne picada. Así, también se ha visto mermado el consumo de pescado fresco en contraposición con el congelado, y la compra frutas y verduras es cada vez mayor.

En el ámbito de empleo, el 70% de los consultados observa, al mirar un año atrás, que encontrar empleo ahora es mucho más difícil que a principios de 2011.

Si bien el 50% de los consumidores encuestados considera que la situación hoy por hoy es peor que la de hace seis meses, un tercio piensa que la situación mejorará a largo plazo.
Por www.elmundo.es