España estima llegar a 6 millones de desempleados

Según el propio Gobierno, la tasa de desempleo superará el 24% y se perderán más de medio millón de puestos de trabajo. El presidente Rajoy desafió a la UEfijando el déficit público por encima de lo acordado
El gobierno español presentó ayer un escenario de recesión económica en 2012, con una caída del crecimiento de 1,7 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) y el cálculo de la destrucción de 630.000 puestos de trabajo.

El Consejo de Ministros aprobó el cuadro macroeconómico del país para este ejercicio y el techo de gasto a partir de los cuales se realizarán los Presupuestos Generales del Estado de 2012, que serán presentados el 30 de marzo, marcados por la austeridad.
La vicepresidente y vocero del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció unacontracción de la economía española este año del 1,7% del PBI, superior al 1% previsto por la Comisión Europea.
Lo hizo tras la reunión del Consejo de Ministros que presidió en ausencia del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, quien participó en Bruselas en una cumbre de líderes de la UE tras la cual reveló que el objetivo de déficit público para este año será el 5,8 por ciento del PIB, frente al 4,4 % fijado.
La vicepresidente desglosó ese porcentaje: un 4 por ciento corresponderá al Estado; un 1,5 por ciento, a las Comunidades Autónomas; y un 0,3 por ciento, a las corporaciones locales.
En Bruselas, Rajoy justificaba el 5,8 por ciento en que se trata de una cifra "razonable", que "supone un gran esfuerzo", y que es "la consecuencia de que otros en su día no cumplieron", en alusión al anterior Ejecutivo y a que el déficit de 2011 no fue el 6% fijado sino dos puntos y medio superior.
Reducir del 8,5% del PBI al 5,8% este año va a suponer un recorte de 27.000 millones de euros.
El jefe del Ejecutivo español aseguró que la desviación del objetivo de déficit no supone un incumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, porque España sigue comprometida con alcanzar el 3% del PBI en 2013, como exige dicho pacto.
España, como los otros países de la UE, tendrá que presentar sus cuentas a Bruselas el próximo mes de abril para que la Comisión Europea se pronuncie sobre las mismas en mayo.
El cuadro macroeconómico aprobado para este año establece un techo de gasto de 118.565 millones de euros, un 4,7 por ciento menos que en 2011.
Según el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ello va a suponer en el caso de los ministerios un recorte del 12,5%.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, sostuvo que estas cifras componen "un cuadro realista" de la situación del país tras un cuarto trimestre de 2011 en el que España registró un crecimiento negativo, tendencia "que se va a mantener al menos durante dos trimestres más".
El Ejecutivo también adelantó que prevé que continúe la espiral de desempleo hasta alcanzar el 24,3 % de la población activa, con una destrucción neta de 630.000 puestos de trabajo.
España tiene la tasa de desempleo más alta de Europa y dobla la media de los países de la UE.
Los datos macroeconómicos se conocieron pocas horas después de que fueran divulgadas las últimas cifras oficiales, que muestran que sólo el pasado mes de febrero 112.269 personas perdieron su puesto de trabajo, lo que eleva la cifra de parados registrados en las oficinas públicas de empleo a 4.712.098.
Pero esta cifra es inferior a la facilitada por la Encuesta de Población Activa (EPA), también un organismo público, que anunció que el año 2011 cerró con 5.273.600 desempleados, el 22,85 por ciento, cifra similar a la facilitada por Eurostat, la oficina de estadística de la UE ( el 23,3 % de la población activa).
Para el ministro de Economía, la cifra de desempleo "es absolutamente inasumible"y la convierte en la principal prioridad del gobierno.
Al tiempo que sube el paro, la Seguridad Social -la caja común de la que salen los fondos destinados a las pensiones y subsidios de desempleo, entre otras partidas- sigue perdiendo afiliados por séptimo mes, con 49.710 bajas en febrero.
Los expertos sostienen que España necesita crecer por encima del 2 por ciento del PBI para crear empleo.
Tanto Rajoy como su ministro de Economía advirtieron que la reforma laboral recién aprobada -que flexibiliza las contrataciones y facilita el despido- no tendrá efecto a corto plazo.
Esa reforma era una de las grandes demandas de la patronal y es rechazada por los sindicatos, que la consideran dañina para los derechos de los trabajadores por lo que convocaron manifestaciones en su contra, mientras debaten la convocatoria de una huelga general.
Fuente: EFE