A la hora que en Hollywood daban el Oscar a la mejor película era cuando aquí se ponían en marcha las tostadoras para el desayuno, por eso se puede decir que «The artist» le comió la tostada a «La invención de Hugo», que eran las dos películas que con más fuerza se peleaban por él.El francés Michel Hazanavicius le ganó también el Oscar a la mejor dirección a Martin Scorsese, «uno de los nuestros», y el actor francés Jean Dujardin completaba con su Oscar al mejor actor lo que se podría denominar sin tapujos un desayuno europeo.
El tiempo es así, lo que allí son premios vespertinos aquí lo son madrugadores; y precisamente del tiempo hablan estas dos excelentes películas: del tiempo en el que el cine empezaba a convertirse en el arte del siglo XX.
Curiosamente, la Academia de Hollywood ha preferido a «The artist, una película francesa, dirigida por un francés y que cuenta en el viejo Hollywood los comienzos del sonoro, a «La invención de Hugo», una película americana, dirigida por un americano, pero rodada en un París de fábula sobre las primeras luces del cine... También ha preferido la sonrisa de Jean Dujardin que las de un par de sus iconos, George Clooney y Brad Pitt...
Conclusiones a bote pronto Probablemente hay otras muchas conclusiones para sacar de esta edición de los Oscar, pero, a bote pronto, y mientras las encontramos, se puede decir que la Academia de Hollywood sabe mirar más allá de su ombligo, pues este año ha encontrado fuera de su territorio el mejor cine que premiar, como es el caso de «The artist», pero también con el Oscar a la película iraní «Nader y Simin, una separación».
Por lo demás, nadie ha roto ninguna columna del templo, y Meryl Streep ganó su Oscar como mejor actriz y Woody Allen como mejor guionista. El cine sigue, allí de noche y aquí de día.
Por www.abc.es
