El pasado jueves, el FBI irrumpió en un apartamento de la ciudad de Fitchburg, Massachusetts, en Estados Unidos, en plena operación contra el narcotráfico, operativo que hubiera resultado muy eficaz de no ser por haber entrado en el apartamento equivocado.
Cuando los agentes tiraron la puerta abajo, con ayuda de una motosierra, lo único que encontraron dentro fue a Judy Sánchez y a su hija de tres años.
Los agentes de seguridad se confundieron de letra. Según informa“CBS News”, Judy Sánchez oyó golpes en la entrada, a lo que se levantó para ver qué ocurría, y al acercarse se vio sorprendida por una motosierra que estaba atravesando la puerta de su casa. Cuando esta ya se encontraba prácticamente partida, uno de los agentes terminó la faena con una patada abriéndose paso en la vivienda.
Acto seguido, los agentes de FBI entraron en el apartamento y pronunciaron la famosa frase que tantas veces se ha oído en la pequeña y gran pantalla: “¡FBI, al suelo! Judy, sin dudarlo, acató la orden, mientras que la pequeña hijita, seguramente presa de pánico por la insólita situación, gritaba desde la otra habitación a su madre.
Judy permaneció cerca de 35 minutos en el suelo de su propia casa, con la puerta destrozada por una motosierra, y rodeada de agentes del FBI armados al completo.
Como si le hubieran dado una “bofetada en la cara”, así aseguraba sentirse la perjudicada por el despiste cuando los agentes se dieron cuenta de que se habían equivocado de apartamento.
Realmente, deberían haber llevado a cabo la operación en el piso 2F, y en cambio lo hicieron en el 2R, donde viven Judy Sánchez y su hija. Como era de esperar, del pago de los daños ocasionados se encargará el FBI, quienes una vez fueron conscientes del despiste pidieron disculpas a la mujer.
Por www.larazon.es
