Doce síntomas de que ya es hora de renunciar al trabajo


No es lo mismo un día malo en la oficina, que una temporada que parece no acabar jamás. Al considerar cuánto tiempo invertimos en los lugares de trabajo, y en la actividad que hacemos, tiene mucho sentido prestar atención a los síntomas indicativos de que ya es hora de generar un cambio.

Por eso, la publicación estadounidense Business Insider ofrece una serie de señales que pueden ser síntomas de un cansancio acumulado que sólo se podrá revertir con un giro radical: el cambio de trabajo.


1. Se aburre todo el rato. Cuando el trabajo comienza a percibirse como un "trabajo", y al realizarlo se siente una máquina, entonces la actividad ya no genera ningún tipo de gratificación y es hora de buscar algo que sí la provoque. Por supuesto, el aburrimiento es un sentimiento frecuente, si es ocasional. Pero el aburrimiento prolongado ya puede conducir a afecciones psicológicas y físicas más serias como ansiedad y depresión.

2. Siente que sus habilidades no se toman en cuenta con seriedad. Muchas veces la situación es tal, que la persona debe aceptar cualquier tipo de trabajo, mantenerse por un tiempo y con suerte, demostrar al jefe que es capaz de asumir más responsabilidades. Pero si el tiempo en que se ha estado subempleado ya se extiende, es momento de considerar otras opciones.

3. Siente ninguna envidia por el trabajo de su jefe. Si no se puede visualizar haciendo nada ni remotamente parecido a lo que hace su jefe en el día a día, es porque ni siquiera se plantea ascender en la línea de trabajo que ahora desempeña. Por tanto, ¿para qué quedarse ahí? Ayuda mucho tener una visión clara de cuál es la meta laboral para mantenerse motivado.

4. El jefe es un enviado del infierno. La actitud del jefe no sólo le está afectando en la oficina, sino que el malestar continúa fuera de esta. Le afecta en otros espacios importantes en su vida, como sus relaciones de pareja o familiares. Si su jefe presiona demasiado, es invasivo, o manipulador, mejor acelerar el proceso de salida y búsqueda de una alternativa mejor.

5. No simpatiza con quienes tienen la última palabra. Esas personas tienen sin dudas una influencia enorme en la cultura laboral que se respira en su oficina. Por eso, si no concuerda con el estilo de management de ellos, es muy probable que tampoco disfrute el ambiente en el cual trabaja.

6. Le molesta prácticamente todo el mundo en la oficina, incluso aquellos que no han tenido que ver directamente con usted.

7. Está preocupado por el dinero, y todo el tiempo. Es cierto que a la mayoría de la gente le  preocupan sus finanzas regularmente. Pero si esta es una preocupación constante en su mente no es porque usted sea comprador compulsivo, sino porque quizás su salario no es suficiente. Si lleva mucho tiempo con la compañía, pida al manager tener una conversación sobre el tema. Asegúrese de que se sostendrá su argumento de por qué debería recibir un aumento. Si la compañía no lo acepta, será momento para buscar otra empresa donde no vean como un favor a usted el pagarle mejor.

8. La empresa no invierte en usted. Cuando su compañía le apoya y usted lo reconoce, eso hace una diferencia enorme en cómo se siente usted respecto a su trabajo, y su vida en general. Siente una obligación de devolverles en trabajo de calidad. Este tipo de intercambio es saludable para ambos, empleado y empleador. Por el contrario, si la compañía no invierte en usted, no hay espacio para fomentar crecimiento, ni confianza o compromiso.

9. Su apariencia personal ha cambiado mucho, y para peor. Mírese al espejo, si su trabajo le ha impactado demasiado negativamente en su apariencia física, es tiempo de reconsiderar. Cuando una persona se siente bien consigo misma, u orgullosa de algo que hace, suele intentar arreglarse para lucir mejor. Apariencia y seguridad en uno mismo van directamente relacionadas. Por tanto, si nota que ha ganado o perdido mucho peso o que las bolsas bajo los ojos son más visibles, es obvio que el trabajo le está influyendo para mal en su vida.

10. Se está convirtiendo en un desastre emocional. Esta es una señal: constantemente se esconde de personas o situaciones. Si se molesta fácilmente por detalles menores, es que su trabajo no le calza.

11. La compañía está colapsando. Incluso si se trata de la compañía donde trabajó por años y guarda muchos buenos recuerdos, si las cosas van muy mal en esta y usted está padeciendo varios de los síntomas descritos más arriba, quizás usted deba ser parte de próximo éxodo masivo de empleados que renuncien.

12. Usted simplemente lo sabe. A veces hay personas que manejan bien sus ánimos y sentimientos sin que se afecten mucho a nivel físico o psíquico. Si usted es de estos, pero ya viene hablando hace tiempo de que quiere cambiar de trabajo, y de que es el momento para hacerlo, pues dé el paso a pesar del miedo a lo que pueda acontecer.
Por http://mba.americaeconomia.com