Si tu suegra quiere caerte bien, tendrá que hacer esto.


Los errores que no debe cometer, las situaciones que debe evitar, los comentarios en los que no deben entrar...

No hace falta fingir, ni forzar situaciones, ni deshacerse en halagos ni tampoco hacer regalos desmesurados ni esforzarse demasiado. Solo con ser respetuosa una suegra puede ganarse a su nuera e incluso quererla. Y ese gran principio debe reflejarse en todos los detalles, conversaciones y situaciones cuando ambas estén juntas. «La suegra tiene que respetar los espacios, tiempos y las maneras de hacer de la nuera. Y debe saber estar siempre en su lugar», explica Mila Cahue,psicóloga de pareja del Centro de Psicología Álava Reyes. La nuera lo agradecerá y así, poco a poco, se construirá una relación sana e incluso afectiva.

Cuando un hijo decide convivir con su mujer y formar una familia, la suegra tiene que ser consciente de que la situación familiar ha cambiado: ella ya no es la dueña de la casa en la que vive su hijo,ahora ese lugar lo ocupa la pareja de su hijo. «Entrar en la casa del hijo como si fuera la suya es uno de los mayores y más frecuentes errores que comenten las suegras», afirma la psicóloga. El respeto se basa en todo lo contrario: «La nuera cometerá errores y hay que dejar que los cometa, lo mismo que le ocurrió a la suegra cuando se casó con su marido».

«Las suegras se entrometen, sobre todo, cuando las nueras son más jóvenes. Y les rompen las ilusiones de formar un nuevo hogar, de decorar la casa a su gusto...», dice Mila Cahue. A la consulta de esta psicóloga llegan casos sorprendentes, como cuenta: suegras que pasan el dedo por la superficie de los muebles para comprobar la limpieza que realiza la nuera, que critican los cuadros y la decoración de la casa que ha elegido la nuera, que se presentan en casa de la pareja sin llamar, que llaman por teléfono todos los días o a horas muy complicadas cuando la nuera está bañando a los niños, dándoles de cenar... o suegras que exigen visitas todos los fines de semana... «Hoy en día las parejas llevan tal ritmo que no los padres no pueden pretender que les visiten todos los fines de semana. Un sábado a una familia y el domingo a otra. Basta que la pareja les visite a unos y otros una vez al mes porque hay que dejarles espacio y tiempo para fomentar su vida afectiva y familiar con los hijos», aconseja Cahue.

Estas son los consejos que ofrece la psicóloga para que la suegra se gane a su nuera. «Cuando la suegra respeta el lugar que le corresponde a la nuera, esta lo agradece», afirma:

—Pueden dar sugerencias y opiniones pero nunca con desprecio. Si se lo pueden callar mejor, por cortesía.

—No quitar nunca la autoridad de la nuera ni en su casa ni respecto a la educación de sus hijos.

—Nunca presentarse sin llamar. Hay que respetar el tiempo y el espacio de la pareja recién casada.

—No criticar cómo está educando a los hijos.

—Saber estar en el lugar que le corresponde y ante cualquier situación con la nuera.

—Hablarla con respeto.

—Nunca intentar que haga una copia de lo que ella hizo cuando se casó.

—Tratarse de tú a tú, como dos señoras cada una de su casa y dos madres cada una de sus hijos.

—La suegra puede pedir consejo y asesoramiento a la nuera.

Acuerdo en la pareja: marcar límites

Cuando un hijo o hija inicia una nueva vida junto a otra persona, hay que tener presentes algunos puntos de partida:

-Cuando uno se va de casa, la familia prioritaria es la que se forma, no de la que se viene, que pasa a un segundo plano.

-Cada uno marcará los límites a su propia familia después de haberlo consensuado con su pareja.

-Las relaciones se fomentarán desde el respeto a las personas, al tiempo y al espacio de cada núcleo familiar.

Si alguien tiene miedo de marcar a su familia, le animamos a que lo haga porque:
-Es muy sano para la madurez personal cortar el cordón umbilical y hablar a los padres de adulto a adulto;
-No va a ocurrir ninguna tragedia porque se dé a los padres unas pautas. Puede que al principio no les guste o se enfaden pero, si se hace con respeto y sin agresividad pero con firmeza, pronto entenderán o aceptarán las nuevas reglas entre familias, en parte porque no les quede otro remedio.
Aunque pueda parecer lo contrario, establecer unos límites claros fortalece las relaciones dentro, y entre, familias, pero el beneficio principal lo recibe la pareja, que acaba fortalecida y confirmada por un trabajo resuelto en equipo.