Las parejas de amigos que modificaron el planeta Tierra


Algunas amistades han cambiado el ritmo del mundo, influenciando a la humanidad durante décadas, impulsando cambios masivos que mejoraron la vida de las personas. Otras, produjeron joyas del arte o avanzaron en ciencias fundamentales en la actualidad. Tristemente, muchas de estas relaciones no terminaron bien. Los celos laborales, la competencia, el éxito y el desgaste del día a día arrastraron consigo a un vínculo casi fraternal. Pero muchas otras perduraron hasta la muerte de alguno de los amigos. Estos son los casos de éxito, de quienes pudieron mantener una relación pese a la vorágine del éxito. A continuación, un repaso por las amistades que nos han cambiado la vida.

Van Gogh y Gauguin
Vincent Van Gogh y Paul Gauguin se conocieron en 1886, en pleno auge de los pintores impresionistas. Con la intención de intercambiar técnicas y experiencias artísticas, el primero invitó a su colega a su casa en la localidad francesa de Arlés. La unión fue artísticamente fructífera, y hasta se retrataron uno al otro, pero algo no funcionó. Los historiadores no se ponen de acuerdo, pero una versión sostiene que tuvieron un altercado. Quizás la absenta, quizás los problemas psiquiátricos de Van Gogh, o quizás una discusión desembocaron en una riña que habría llevado al holandés a cortarse la oreja. Luego, la separación, la vuelta de Gauguin a París y una relación que continuó sólo por carta.

Freud y Jung
La amistad surgió tras las largas jornadas que compartían durante sus investigaciones sobre el psicoanálisis. Carl Jung era colaborador de Sigmund Freud. Se conocieron en 1907 y el afecto entre ambos no tardó en aparecer: se habían convertido en la sombra del otro. Apasionados de sus investigaciones, mantenían una fluida relación por correspondencia donde intercambiaban pareceres sobre su materia de estudio. Las diferencias respecto a sus avances en materia psicológica tiñeron de gris las cartas y los distanciaron. Jung se angustió por las diferencias con su viejo maestro y entró en un pozo depresivo que lo hizo renunciar a su puesto en la Universidad de Zurich.

McCartney y Lennon
Se conocieron cuando Paul asistió a un recital de The Quarrymen, la banda compuesta por John y sus compañeros de escuela. Corría el año 1957 y los músicos eran apenas adolescentes. Faltaban algunos años para la composición final de lo que luego serían Los Beatles, pero los amigos ya componían a dúo. Entre 1962 y 1969 escribieron alrededor de 180 canciones. Los rumores sobre peleas, discusiones, celos por la autoría de las canciones continúan siendo una constante. Lo cierto es que su trabajo conjunto cambió la historia de la música. Cuando asesinaron a John, Paul fue el más abatido por la noticia; le escribió una canción: Here Today.

Castro y Chávez
La amistad entre Fidel Castro y Hugo Chávez se inició mucho antes de que el venezolano accediera a la presidencia de su país. Coincidían ideológicamente en el ocaso del siglo XX, en tiempos donde la izquierda era una anécdota post comunista. Chávez consideraba al cubano su padre y mentor político. Hicieron de su oposición a Estados Unidos su principal bandera en el mundo. Al venezolano se lo podía ver asiduamente en la isla de visita. Cuando enfermó de cáncer se internó en un hospital de La Habana, donde sabía que contaría con la protección absoluta del gobierno cubano. Allí murió, cerca de su amigo Fidel.

Reagan y Thatcher
Ronald Reagan y Margaret Thatcher compartieron una visión del mundo desde lo más alto del poder mundial. Coincidieron en la década del 80 durante dos períodos de gobierno, Reagan en Estados Unidos y la llamada Dama de Hierro en Reino Unido. Férreos ultraliberales, compartían la voluntad de enfrentar a la Unión Soviética, pero ante todo defendían sus intereses nacionales. Hay quienes dicen que las manifestaciones de amistad cuando se los veía juntos eran para los fotógrafos, que en privado mantenían duras discusiones en pos de los intereses de cada uno. Sin embargo, en la última visita de Estado de Thatcher a Estados Unidos, Reagan comparó su relación con la de Roosevelt y Churchill.

Gates y Allen
No hay una persona en el mundo que no haya sido influenciada por esta amistad. Bill Gates y Paul Allen son los fundadores de Microsoft, el gigante absoluto de software y revolución digital. Impulsados por la pasión de programar y la electrónica, un día plasmaron sus utópicas charlas de café en sistemas que podían vender a las empresas. Tenían toda la revolución del siglo XX por descubrir y a eso se dedicaron. En 1983, Allen renunció a Microsoft cuando le diagnosticaron la enfermedad de Hodgkin. En 1990, ya recuperado, regresó y Gates lo esperaba con los brazos abiertos. Sin embargo, ya iniciado el nuevo siglo, Allen se quejaría públicamente de que Gates se adjudicó méritos que le pertenecían.

Hanna-Barbera
Juntos hicieron que sus apellidos se convirtiesen en marca registrada de los dibujos animados. William Hanna y Joseph Barbera se conocieron trabajando durante la época de la depresión estadounidense en los estudios de Metro Goldwin Mayer. Su primer trabajo conjunto “Puss Gets the Boot” introdujo a otra entrañable dupla, Tom y Jerry. Armaron su productora y dieron vida a Los Picapiedras, Huckleberry Hound, Los Supersónicos, ¡Scooby-Doo, Dónde Estás! y Los Pitufos, entre otros. Imprimieron a las caricaturas gags bien sincronizados y perfectamente coordinados con la música y los efectos de sonido. La alianza duró más de 60 años.

Page y Brin
Quizás sus nombres puedan pasar desapercibidos, pero no el invento que surgió de la amistad de dos universitarios. Larry Page y Sergey Brin se conocieron en 1995. Ambos tenían un objetivo informático en común: tener a disposición información relevante de una fuente masiva de datos. En enero de 1996 iniciaron su colaboración en un motor de búsqueda llamado BackRub. Un año después se popularizaba entre los universitarios. Decidieron dar un salto audaz y buscar inversionistas. Andy Bechtolsheim, fundador de Sun Microsystems, vio que el proyecto tenía potencial y firmó un cheque por 100.000 dólares. Lo hizo a nombre de Google Inc: nacía el buscador que cambió el mundo de Internet.

Sedgwick y Warhol
Sedgwick había forjado una carrera como modelo, aunque no aceptada por la industria, antes de convertirse en la musa inspiradora deWarhol. Un productor de cine los acercó. El artista le hizo un lugar en algunas de sus producciones cinematográficas hasta convencerse de que era buena, y decidió lanzarla a la fama. Aunque las películas de Warhol no solían obtener éxito comercial, la popularidad de la joven en los medios fue creciendo. Ella amaba al rey del pop, al punto de cortarse el pelo y teñirlo con un spray color plata para imitarlo. En esa época Warhol la había bautizado como su "superstar" y se los podía ver juntos en los principales eventos sociales de Nueva York. Pero la relación se desgastó y Sedgwick buscó una nueva amistad: Bob Dylan.

Borges y Bioy Casares
Una invitación a la casa de la que sería una eminencia de la vida cultural de Buenos Aires de principio de siglo fue fundamental para que se conociesen. Victoria Ocampo presentó a Jorge Luis Borges y a Adolfo Bioy Casares en los albores de la década del 30. Eran escritores y a eso dedicaron su amistad. Bajo el seudónimo de Honorio Bustos Domecq escribieron relatos de detectives. Quienes frecuentaron la relación, sostienen que entre ellos primaba la empatía, el buen humor y la crítica a sus pares del mundillo literario. Fueron amigos toda la vida, hasta que Borges partió a su Suiza en 1986, donde moriría poco después. Cuando se despidieron sabían que lo hacían para siempre.