¿Estas a régimen? Te damos sugerencias para evitar tentaciones

La tentación es el anhelo, el deseo, el impulso interior que te mueve a realizar algo prohibido. Cuando estás a dieta piensas en los alimentos que no puedes comer, el deseo de consumirlos crece aunque no tengas hambre y cedes a la tentación. Este anhelo se origina en tu mente, no en tu estómago, por lo tanto es posible controlar tu mente para diferenciar entre el hambre verdadera y el impulso de comer por saciar un antojo. Claro que no es un proceso sencillo, necesitas constancia y fuerza de voluntad para lograr tu objetivo. Así que concéntrate en tu meta, puedes lograrla.

Toma agua

Cada vez que pienses en comida toma un trago de agua de esta manera el estómago se saciará. Pero como la tentación se origina en la mente es muy probable que las ganas de comer persistan aún cuando tu estómago esté lleno. Asocia la acción de tomar agua con tu bienestar, para bajar de peso no necesitas modificar tu dieta, lo primero que debes cambiar es tu manera de pensar. El agua debe ser sinónimo de buena salud, felicidad, belleza o cualquiera que sea tu motivación para bajar de peso.


Libérate de las tentaciones

Saca de tu refrigerador todos aquellos alimentos que no debes consumir, es más fácil que cedas a la tentación si los tienes a la mano. No basta con que los escondas detrás de los alimentos naturales, tienes que eliminarlos de tu nevera. Estás cambiando hábitos y no tiene sentido que te pongas piedras en el camino. Si no tienes los alimentos a mano, será más difícil que los consumas. Si tu pretexto es que tienes hijos y debes tener helados o pasteles para ellos, recuerda que a los pequeños tampoco les aportan beneficios esos productos.


Haz ejercicio

Para evitar la tentación debes enfocar tu mente en actividades que no tengan relación con la comida y una buena manera de liberar tu pensamiento es hacer ejercicio. No necesitas tomar una clase en un gimnasio, basta con que realices algunos movimientos para activar tu cuerpo, incluso puedes encontrar rutinas para realizar en tu oficina. El beneficio colateral del ejercicio es que verás resultados más rápidos en tu figura y te sentirás motivada a seguir con tus nuevos hábitos.


Toma té


Si a media tarde se despierta el antojo irresistible de comer y el agua no sacia tu estómago, prueba a tomar una taza de té. El té, con su aroma y su sabor, te dará la sensación de estar consumiendo un alimento y no sólo un líquido. Además tiene innumerables beneficios para el cuerpo y la mente. También puedes tomar un café, pero debe ser negro y sin azúcar. Si estabas acostumbrada a acompañarlo con una rebanada de pan o galletas, entonces mejor olvídate del café y dale la bienvenida al té y crea nuevas costumbres más saludables.


Espera cinco minutos

Si la tentación está a punto de ganarte espera cinco minutos antes de ir por el alimento que deseas. Pon la alarma del reloj, realiza una actividad mental como un juego o concéntrate en tu trabajo durante cinco minutos. Cuando la alarma suene es muy probable que la tentación ya no sea tan fuerte y puedas controlarla. Recuerda que todo comienza en tu mente y no en tu estómago.


Camina

Aléjate de la tentación y del refrigerador o la cocina y camina en dirección contraria a la nevera. Realizar una actividad física pone en movimiento cuerpo y mente: salir a caminar te va a distraer, podrás pensar en lo linda que te ves con unos kilos menos y la caminata tonificará tus piernas, lo que te hará lucir mejor al término de tu dieta. No camines por lugares donde hay panaderías o restaurantes en los que acostumbrabas comer alimentos que te engordan, se trata de evitar la tentación no de provocarla.


Come apio

El apio posee muy pocas calorías, por eso es una opción muy adecuada para consumir cuando estás a dieta y tienes hambre. Unos palitos de apio y zanahoria te quitarán el hambre sin engordarte. Claro que el sabor del apio no es igual a la comida que se te antoja, pero te calma el hambre. Si consumir verduras es un castigo para ti debes modificar tu pensamiento y asociar el alimento saludable con actividades o sensaciones placenteras.


Mastica un chicle

Un chicle sin azúcar te puede quitar la tentación de consumir algo dulce sin romper tu dieta. Los primeros días son los más complicados porque tu cuerpo está acostumbrado a ingerir alimentos adictivos como el refresco y las papas fritas, pero después de unas semanas, cuando tu cuerpo se desintoxique, verás que la tentación no se presenta tan seguido. Tampoco se trata de renunciar por completo a los dulces sólo de consumirlos en porciones adecuadas para mantener tu peso estable.


Haz tu foto de inspiración

Una manera de mantenerte motivada en los momentos de tentación irresistible es crear tu foto de inspiración, la cual puedes utilizar la computadora o hacer un cartel a mano, como lo prefieras. La idea es tener una selección de imágenes que te inspire a seguir tu dieta. Incluye los vestidos que te quieres poner, tus fotografías de cuando estabas delgada y las sensaciones que te provoca estar saludable y en forma. Las imágenes impactan poderosamente la mente subconsciente, te ayudan a crear nuevos hábitos y te dan fuerza para continuar en el camino hasta lograr tu meta.


Realiza una sesión de belleza

Otra manera muy efectiva de superar la tentación de comer es realizar una sesión de belleza. Si superaste con éxito la primera semana, pero el fin de semana se presenta complicado porque no tienes mayores distracciones entonces organízate un día de manicura, pedicura, depilación y mascarillas. Estarás ocupada y al término de la sesión te verás más linda: verse bien es un poderoso aliciente para continuar con el esfuerzo de bajar de peso. Recuerda lo principal es que cambies tus pensamientos así modificarás tus hábitos y la relación con la comida, el ejercicio y tu salud. Ánimo, lo puedes conseguir.