Los campos electromagnéticos de los móviles no dañan la salud

No hay pruebas científicas de que la exposición a campos electromagnéticos, como el que generan los teléfonos móviles u otros dispositivos de transmisión, tengan algún efecto adverso sobre la salud. Al menos así lo asegura un exhaustivo informe presentado por una Comisón de Expertos del Instituto de Salud Pública de Noruega, que, lo más seguro, no pondrá fin a este continuo debate.


La Comisión ha evaluado los posibles riesgos para la salud de los campos electromagnéticos de bajo nivel generados por transmisores de radio. Dichos campos electromagnéticos se encuentran alrededor de los teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos y redes wi-fi, estaciones base de telefonía móvil, transmisores de radiodifusión y otros equipos de comunicación. Los expertos han valorado la potencia de los campos electromagnéticos, si representan o no un riesgo para la salud, la legislación actual y si hay o no una exposición a los valores límites de exposición.
Los campos electromagnéticos de bajo nivel generados por las antenas de los teléfonos móviles y otros dispositivos inalámbricos transmiten señales de radio se conocen como de radiofrecuencia (RF). Algunos estudios han sugerido que en algunas ocasiones, se puede producir un calentamiento perjudicial del tejido, aunque no se han observado efectos adversos para la salud a este nivel.
50 veces más bajos
De hecho, los valores límite permitidos son 50 veces más bajos de los que producirían el calentamiento de tejido humano o la estimulación de las células nerviosas. Sin embargo, debido a la preocupación entre la población general, el gobierno Noruego creó un comité de expertos para evaluar si los campos electromagnéticos podrían causar efectos en la salud.

El Instituto Noruego de Salud Pública fue el encargado de nombrar el Comité de Expertos del Ministerio de Salud y Servicios de Atención y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. El Comité fue presidido por el Profesor Jan Alexander, Subdirector General del Instituto, y analizado la información científica reciente sobre este tema.
El Comité ha evaluado las investigaciones publicadas por grupos de expertos internacionales, así como recientes estudios individuales. El material es muy extenso. Un número de estudios se realizaron en células y tejidos en el laboratorio, mientras que otros en animales y humanos. Además, se contemplaronestudios de población y registros de cáncer procedentes de varios países.

La conclusión del informe señala que no hay riesgo para la salud. Los expertos, coordinados por Jan Alexander, encontraron evidencias de que los campos electromagnéticos de bajo nivel, localizados cerca de los móviles y otros transmisores, aumente el riesgo de cáncer, altere la fertilidad masculina, causen daños reproductivos o sean los responsables de otras enfermedades o de cualquier efecto adverso para la salud, como alteraciones en el sistema endocrino y en sistema inmunológico .
Sin evidencias
Hasta ahora, la mayoría de los estudios se han centrado en el riesgo de cáncer de la cabeza y el cuello. El Comité considera que no hay evidencias científicas de que existe realmente una asociación entre el uso de teléfonos móviles y la aparición de tumores de crecimiento rápido del cerebro. Tampoco encontraron relación entre los campos electromagnéticos de baja frecuencia y otras neoplasias, como leucemia o el linfoma.

Estos datos confirman los obtenidos hace menos de 1 año en un estudio publicado en el BMJ. La investigación realizada sobre más de 350.000 personas confirmaba que no existe un vínculo alguno entre el uso prolongado de los teléfonos móviles y los tumores del cerebro o del sistema nervioso central. La investigación es la más amplia realizada sobre este tema ya que los investigadores daneses han estudiado a 358.403 usuarios de teléfonos móviles durante un periodo superior a los 18 años.

Si los teléfonos móviles pudiesen desencadenar la aparición de tumores, sostienen, habría un aumento de los casos durante las últimas dos décadas. En los últimos 20 años el número de usuarios se ha multiplicado de manera exponencial. Pero los registros no muestran que haya ahora más casos que antes.

Hipersensibilidad
El informe tampoco encuentra que los teléfonos móviles y otros equipos puedan causar problemas de salud como hipersensibilidad electromagnética. ¿Significa esto que la hipersensibilidad electromagnética es un problema imaginario? «No tenemos razones para decir que los síntomas son imaginarios. Pero un gran número de estudios sugieren que estos síntomas deben tener causas distintas a las de los efectos físicos de los campos electromagnéticos de bajo nivel producidos por los teléfonos móviles, los inalámbricos y otros equipos inalámbricos.
La investigación no proporciona evidencias que apoyen esa intervenciones como la reducción del uso de los teléfonos móviles o de las redes inalámbricas. Nuestra opinión es que los pacientes con estos problemas de salud deben ser tomados en serio por los servicios de salud y deben ser tratado como los demás pacientes», señala Alexander.
Precaución general
El Comité considera que, dado que no existen incertidumbres sobre los riesgos de los campos electromagnéticos de bajo nivel que justifiquen la introducción del principio de precaución, bastaría con una cautela general. Por ejemplo, creen recomendable que se informe sobre los kits manos libres con el fin de reducir la exposición a los teléfonos móviles.

El comité cree que el material revisado es suficiente para asegurar con un alto grado de certeza la inocuidad de estos dispositivos. Se han descartado efectos dañinos sobre tejidos de humanos y otros animales. No se han encontrado pruebas que relacionen la expansión de ninguna enfermedad con la aparición de los teléfonos móviles. Todas las pruebas apuntan en la misma dirección. No hay riesgos ni en la telefonía móvil ni en las conexiones inalámbricas.
Fuente: abc.es