Mia aparece en la foto -la típica de Facebook, imperfecta, oscura, algo borrosa- con esa carita enfurruñada y medio dormida que ponen algunos bebés cuando alguien le da la lata para que se saquen una foto. Pero parece relajada en brazos de su papá, que hace una mueca -también típica- de susto fingido, quizá para atraer la atención de la niña hacia la cámara. Poco después, ese mismo individuo cogió una pistola y mató a su pequeña. Porque la instantánea, que colgó en la red social, no era una foto normal de las mil que se saca a los pequeñines para inmortalizar todos sus avances y expresiones. No. Era un terrible mensaje a la madre de la Mia, un último y terrible intento de venganza. Lo acompañaba de dos frases: "Te dije que no podía vivir sin ti, pensaste que estaba jugando" y "No me juzguen, no tuve otra opción".
El padre, Merrick McKoy, de 22 años, asesinó a su hija por desavenencias con su expareja a la que culpa de su arrebato. Según publica el Daily News, Merrick y su exnovia Kim Phanthavongsa, de 21 años, mantenían una turbulenta relación. De hecho, él habia violado en varias ocasiones una orden de alejamiento de su pareja. Pero este martes sus riñas fueron a más. Mantuvieron un fuerte trifulca y Kim tuvo que escapar de la vivienda y refugiarse en un apartamento contiguo, tal y como denunció a la Policía. Fue en ese momento cuando Merrick tomó la decisión de fotografiar a Mia, subir la foto a Facebook y matarla disparándole con un arma antes de pegarse un tiro él mismo en su casa de Westminster, en Colorado (EE UU).
Los policías, al entrar en el apartamento, se encontraron una escena atroz: Mia y Merrick estaban tendidos en el suelo y rodeados de un charco de sangre. La pequeña no sobrevivió a los disparos y su padre se encuentra entre la vida y la muerte.
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