Una videoconsola de 280.000 euros

Jornada de color rojo en Madrid. Ferrari, el Santander y Fernando Alonso tomaron el circuito del Jarama en el primer gran acto promocional de la Fórmula 1 este año en España. Rueda de prensa del campeón del mundo, terapia y ánimo de grupo frente al gobierno Red Bull, Ferraris 458 Italia a escape libre por la pista, clínics, discursos y una imitación de carrera del piloto asturiano en el simulador que conoce como la palma de su mano.
Alonso tiene en su casa una videoconsola de 280.000 euros, el mismo aparato virtual que reproduce grandes premios sin moverse del asiento.
En una de sus facetas multidisciplinares, el ovetense probó el simulador que Ferrari destina a su programa junior, el que adiestra a los jóvenes pilotos que selecciona en su factoría. Lo conocía bien porque en su domicilio de Oviedo se entrena con un aparato idéntico. Así conoce circuitos, estudia las características de sus trazados y ensaya como si estuviera a bordo del Ferrari. En la sede central de Maranello, el «cavallino rampante» dispone de otro simulador pata negra que sirve para el desarrollo de los coches. Utiliza diez ordenadores conectados, de 60 GB de ram, cinco pantallas gigantes de video en 3D y un sistema dolby de 3.500 vatios de sonido que pesa más de 200 toneladas.
Alonso compareció relajado ante sus patrocinadores del Santander, los periodistas y las gentes de Ferrari desplazadas a Madrid. «De momento las conclusiones son cero, supercero. La pretemporada la veo como todas; es un periodo de adaptación a unas nuevas normas que te hacen cambiar un poco tu forma de conducir», consideró respecto a la pretemporada. Y añadió: «Ahora todo son suposiciones. Se supone que Red Bull no va a quedarse fuera de las Q2 y que McLaren y Mercedes no estarán lejos. Pero son sólo suposiciones. Es muy difícil saber dónde está cada uno».
Dijo no sentir ninguna presión añadida por afrontar su tercer año en Ferrari sin un título mundial que llevarse a la boca. «No creo que Ferrari o yo estemos ante una reválida. Igual no gano ningún Mundial más y me iré con la cabeza bien alta, orgulloso de lo que he logrado. Tanto Ferrari como yo tenemos siempre las máximas exigencias y no porque lo digan los medios, sino por nosotros mismos».
La afluencia masiva de pilotos de pago se ha extendido. Deportistas que solo entran en la F-1 si llevan importantes sumas de dinero a sus espaldas. Alonso señaló al respecto: «No estaría dispuesto a pagar por correr. Después de ganar dos Mundiales y de los sacrificios que ha realizado mi familia, sería impensable hacer algo así».
Por www.abc.es