Londres.- Un adolescente inglés ha sido condenado a cuatro meses de internamiento en un centro de menores por meter al hámster de su hermano en el microondas y 'cocinarlo'. Los órganos internos del animalito resultaron quemados y también sus patas.
Un adolescente de 16 años metió al hámster de su hermano en el microondas y puso el electrodoméstico en marcha. El roedor sobrevivió durante unas horas tras el incidente, que le dejó los órganos internos quemados y también las patitas hasta el hueso. El niño, procedente de la localidad inglesa de Corby, ha sido condenado a cuatro meses de internamiento en un centro de menores, según informa DailyMail.
Además, el juez de la localidad de Kettering ha prohibido al niño que tenga mascotas durante un mínimo de cuatro años por ejercer maltrato animal. Al parecer no era la primera vez que el menor metía al hámster en el microondas, habiéndolo ya intentado en tres ocasiones. Negó los hechos échandole además la culpa a su hermano del suceso.
En el proceso judicial contra este pequeño torturador de animales, se dijo que el veterinario que atendió al pobre roedor aseguraba que éste había sufrido mucho dolor innecesario antes de perecer. Además el veterinario no podía calcular cuánto tiempo había estado el hámster sufriendo agonicamente.
Por www.telecinco.es
Un adolescente de 16 años metió al hámster de su hermano en el microondas y puso el electrodoméstico en marcha. El roedor sobrevivió durante unas horas tras el incidente, que le dejó los órganos internos quemados y también las patitas hasta el hueso. El niño, procedente de la localidad inglesa de Corby, ha sido condenado a cuatro meses de internamiento en un centro de menores, según informa DailyMail.
Además, el juez de la localidad de Kettering ha prohibido al niño que tenga mascotas durante un mínimo de cuatro años por ejercer maltrato animal. Al parecer no era la primera vez que el menor metía al hámster en el microondas, habiéndolo ya intentado en tres ocasiones. Negó los hechos échandole además la culpa a su hermano del suceso.
En el proceso judicial contra este pequeño torturador de animales, se dijo que el veterinario que atendió al pobre roedor aseguraba que éste había sufrido mucho dolor innecesario antes de perecer. Además el veterinario no podía calcular cuánto tiempo había estado el hámster sufriendo agonicamente.
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