¿Te vas de viaje? Usa estos trucos para seguir estando en forma



Sabemos que cuando somos turistas lo último que nos pasa por la cabeza es respetar nuestra rutina de ejercicio. Y eso no está del todo mal, considerando que es un periodo de relajación el cual disfrutamos al máximo y aprovechamos el lugar que estamos visitando. No obstante, los excesos de los viajes pueden repercutir en un “regreso a casa” difícil, que descontrolará nuestro entrenamiento y hará que nos cueste un mundo retomar el ritmo habitual.

Para evitar esto, te proponemos los siguientes consejos con los que lograrás mantener tu ritmo de ejercicio sin dejar de disfrutar tus días de asueto.


1. Estírate
No te quitará mucho tiempo y es una actividad ideal para comenzar el día. Lleva las puntas de tus manos a las puntas de tus pies. Mantén esta postura durante unos segundos. Posteriormente, ponte de puntitas y estira los brazos hacia arriba como si quisieras tocar el techo. Esto le dará a tus articulaciones un descanso, brindándole a tu cuerpo mayor elasticidad, tomando en cuenta que pasarás la mayor parte del día caminando (si estás visitando una gran ciudad). También vale si estás en una costa y nadarás en la playa.

2. Mantén una postura adecuada
Parece un consejo tonto, pero no lo es. De nuevo, si estás visitando una ciudad (como Nueva York, Madrid, París, Buenos Aires, etcétera) caminarás mucho, cargarás peso (la cámara, las bolsas de compra), y descuidar tu postura te puede traer de vuelta a casa con una lesión en la espalda que no te permitirá entrenar por varias semanas más. Dale el trato adecuado a tu columna y haz el esfuerzo de mantener la espalda erguida.

3. No abuses de las comidas pesadas
Entendemos que un punto crucial de los viajes es la gastronomía. Cada lugar del planeta ofrece sus particularidades culinarias que queremos conocer. No obstante, tu hábitos alimenticios no deben alterarse tanto, ¿o es que acaso el extranjero hace que te crezca el estómago? No te excedas de los alimentos altos en grasas o condimentos (no solo por tu peso, sino por tu salud, nada peor que regresar de un viaje con indigestión), lleva contigo siempre un protector gástrico (como el Omeprazol) y no te olvides de consumir frutas y verduras (estas existen en todas partes del mundo).

4. Hidrátate
Agua, el eterno aliado. Ya sea en la playa, explorando una montaña o caminando una ciudad: hay que mantenerse hidratado. Incluso esos días que no sales del hotel, pero abusas del alcohol, debes tomar mucha agua. Procura llevar una botella de agua mineral contigo todo el tiempo, en tu mochila o bolso.

5. Camina al aire libre
No es lo mismo recorrer un bulevar en plan de turista que salir a caminar a un parque, sin estar pendiente por unos minutos de las compras ni de las fotos. Velo como una oportunidad de conocer las zonas verdes de la ciudad donde los residentes suelen ejercitarse, es otra forma de hacer turismo. Te recomendamos una buena caminata por las mañanas (luego de hacer estiramientos), antes de dar inicio a los planes del resto del día. Si estás en la playa, dar una caminata las primeras horas del día por la costa es uno de esos placeres que el dinero no puede comprar.

6. Tómate con calma las cenas
De nuevo, porque estés de vacaciones tu metabolismo no cambiará. Simplemente deja las comidas más pesadas para el desayuno o el almuerzo. No lo tienes que ver como una tortura, el sushi o los mariscos pueden ser una cena perfecta (tampoco te estamos diciendo que cenes avena mientras estás en una isla caribeña). Lo importante es darse los lujos sin perder el control.

7. Mejora la circulación de tus piernas
Antes de dormir, y ya acostado sobre la cama, coloca tus pies y piernas sobre la pared durante unos cinco minutos. Esto ayudará a mejorar tu circulación sanguínea y también ayudará a sentirte más relajado y preparado para el día siguiente.

8. Guarda contigo alguna guarnición
Cuando andamos de un lugar a otro, las horas de la comida se pueden aplazar y el hambre nos agarra en zonas inhóspitas (como en medio de una carretera o en el trayecto de un tren). Por eso es bueno que tengas siempre contigo una barra integral, unos frutos secos u otro alimento práctico de llevar para que no pases hambre. Eso te brindará la saciedad necesaria para que, cuando llegue la hora de comer, no te desesperes pidiendo todo el menú.

Recuerda, lo importante es mantener el balance dentro de un estado de disfrute si se trata de turismo (para un viaje de negocios sí que no tienes excusas). Deja atrás esas creencias de que puedes comerlo –y beberlo- todo sin límites, pero concéntrate en el disfrute de las experiencias que son, al final, lo que valen al conocer un nuevo lugar del mundo.