¿Qué hacer si se te moja el móvil?



Por: Roberto Mendez


Durante nuestra vida cotidiana hay bastante riesgo de que nuestro querido móvil o smartphone acabe surfeando en diferentes tipos de aguas. Y, sean cuales sean estas aguas, como el lavabo, el fregadero o, esperemos nunca vivir esto, el retrete… nuestro móvil puede quedar totalmente inutilizado, ¿o no? Pues hoy intentaremos que no sea así, y poder salvarlo de tan aciago destino mediante algunos consejos:
Salvar la batería


Lo más importante, lo primordial diría yo, es salvar la batería, ya que es la fuente de alimentación de nuestro querido cacharro. Eso sí, si tenéis un iPhone, esto es un poco complicado, pues la batería no se puede sacar a menos que trabajéis en iFixit y tengáis mil y un destornilladores distintos para entrar en faena.


Pero, ¿por qué pongo tanto enfásis en esto? Pues porque el agua y la electricidad no suelen ser buenos amigos, y se puede dar el fenómeno comúnmente conocido como “cortocircuito”. Y no, a nuestro móvil no le sentaría nada bien un cortocircuito, y menos aún a la batería, que acabaría seguramente en el otro barrio (sobre todo teniendo en cuenta lo pequeña que es y lo poco que costaría que el agua entrara en su interior). Por ello, para evitar desastres, hay que quitar esta parte de nuestro teléfono lo más rápido que podamos.
Secar todo el teléfono


Esta parte también es de lógica. Lo siguiente que debemos hacer es secar nuestro móvil, pero siempre después de haber salvado y secado la batería (recalco que esta parte es primordial). Si nos detenemos a secarlo todo primero, perderemos tiempo y seguramente también nuestro querido aparato.


Una vez quitada la batería por su parte, ya procederemos a secar el resto, y para llevar a cabo este proceso podemos elegir diversos métodos. Lo normal (al menos esto sería lo primero que se me ocurriría a mí) sería secarlo todo, en general, con un trapo o papel de cocina.


Por otra parte, aunque es un método que yo no recomendaría porque puede ser peligroso, podemos pensar en usar algún tipo de secador. Pero, mucho cuidado, esto es casi como meter el móvil en el microondas, pues le damos una buena dosis de calor a los circuitos internos de nuestro pequeño cacharro y puede que alguno no aguante el tirón. Si aún así nos atrevemos a ello, el secador debería estar al menos a 20 centímetros del aparato en cuestión.


Además, hay quien recomienda poner el móvil al lado del PC (justo en la zona del ventilador, donde se desprende un calor suficiente pero no excesivo) o junto al ventilador de la televisión, consiguiendo el mismo efecto. Esto debería usarse durante varios días para secar completamente el móvil.
Humedad residual


Aunque macroscópicamente hayamos secado el teléfono (los grandes rasgos de él), aún puede que quede humedad interna que no percibamos, pero que puede ser muy peligrosa para los circuitos. Para eliminarla por completo podemos usar la famosa leyenda (totalmente cierta) del arroz. Porque si, es verídico, el arroz absorbe realmente bien la humedad, y si dejamos nuestro móvil dentro de un tazón de arroz que lo cubra por completo durante al menos 24 horas, ganaremos mucho. Recomiendo dejar el tazón destapado, al aire libre, y con el teléfono lo más desmontado posible para que salga por completo toda pizca de humedad interna.


Por otra parte, también existe la opción de sumergir el móvil en alcohol al 95%, pues el alcohol absorberá el agua, pero no afectará a los circuitos internos.


Finalmente, existe un pequeño truco que consiste en usar las bolsitas anti-humedad que suelen llevar las cajas de zapatos o chaquetas, y que pueden introducirse junto al móvil dentro de una bolsa transparente, las típicas que se usan para congelar alimentos.

Curiosidades


Por si lo desconocías, hoy en día en los smartphones existen sensores de daño al agua. Es decir, que si tu teléfono se ha mojado, la garantía no lo cubre, y en el servicio técnico se revisa este sensor. Por tanto, no podemos mandarlo a arreglar y que lo cubra nuestra garantía, porque se darán cuenta…


Por la parte de los propietarios de un iPhone, es probable que no podáis verlo, pues habría que desmontar totalmente el móvil y los tornillos usados con estos smartphone son realmente raros (Apple es muy suya con los materiales que usa), pero para los que posean un móvil Android, dicho sensor lo podéis encontrar en una zona de la bateria que normalmente es blanca, pero al mojarse se vuelve roja. Si detectamos esta zona y es de color rojo, no servirá de nada intentar que nos lo cubra la garantía.


Finalmente, si el móvil ha surfeado en agua salada (como en la playa), su destino será mucho peor que si solo se ha mojado en el fregadero de la cocina. En este caso no solo debemos quitar rápidamente la batería, sino que deberemos sumergirlo nuevamente, pero en agua dulce, pues debemos eliminar la sal (muy peligrosa en este sentido). Después de esto, seguiremos todos los pasos explicados anteriormente.


Y esto es todo, ¿conocéis más métodos? ¿habéis vivido alguna vez alguna de estas experiencias? ¡Todos vuestros comentarios son bienvenidos!


Fuente: Roberto Mendez / omicrono.com