Un concurso de comer cucarachas, larvas y gusanos vivos termina con un muerto


Poco le duró a Edward Archbold, de 32 años, la alegría de haber resultado ganador del concurso de comer cucarachas vivas. Un ataque de vómitos le hizo perder el conocimiento y, horas después, se certificó su fallecimiento cuando se disponía a recoger el premio del concurso: una serpiente pitón.
Esta estrambótica competición cuyo final ha sido tan trágico poir una tienda de reptiles, Ben Siegel, en Miami.
A la competición y banquete de cucarachas se presentaron una treintena de concursantes "y a ningún otro le pasó nada" ni se sintió indispuesto, por lo que la muerte pudo deberse a una reacción alérgica u otra circunstancia, ha señalado Siegel, propietario del establecimiento. "Estamos muy apenados en la tienda por la muerte de Eddie. Era muy sociable y divertido y se ganó a la gente" que asistía al concurso en el que se regalaba una pitón al que más cucarachas vivas e insectos ingiriese en cuatro minutos sin vomitar.
"Todos los participantes en la competición eran conscientes de lo que estaban haciendo y habían firmado un documento aceptando la responsabilidad" derivada de su participación en esta "única y poco ortodoxa competición", indicó en un comunicado Luke Lirot, abogado de Siegel.

Por www.que.es