¿Cómo se puede vivir vendiendo cosas que no cuestan?


Generalmente, para estudiar la viabilidad de una idea se debe investigar primero y calcular los riesgos que nuestro bolsillo puede soportar. Pero en casos como estos, la novedad y la audacia son las únicas armas que hay que blandir para salir a la calle diciendo: "Sí, vendo aire, vendo agua de mar. ¿Qué pasa?".
Este es el caso de Sergei Protas que se trajo la idea de su Rusia natal donde se vende el aire moscovita enlatado para turistas desde hace más de diez años. Según él mismo admite, costó un poco que le tomasen en seriocuando contactó con las fábricas de latas, ya que la primera reacción por teléfono solía ser era una risotada.

Hoy Sergei distribuye entre distintas tiendas de souvenirs de Benidorm, a dos euros la unidad, latas con 'aire de España', o más bien de la Costa Blanca. Una imagen panorámica muestra las zonas costeras donde se 'recoge'este aire que caduca a los 100 años y que según queda indicado en los ingredientes, ocupa el 100% de la lata.
De la fábrica le mandan los envases con la tapa inferior abierta para que él 'los llene' y con una máquina de sellado manual, los cierra.
El mar en una botella
Durante una reunión del Grupo Lactoduero sobre nuevos proyectos, emergió casualmente la idea de vender agua de mar. Lo que en principio causó risas entre los asistentes, se convirtió en pocos días a manos del gerente en todo un proyecto "porque nadie lo había hecho hasta entonces", explica Gerardo León, portavoz de la compañía palentina: "Somos la primera empresa en España y la segunda del mundo que lo hace".
Se abastecen del líquido elemento en Asturias y Cantabria, "la traemos en cisternas y aquí se decanta durante algunos días en depósitos de 55.000 litros", señala León. La embotelladora saca 1.800 botellas cada hora de 1,5 litros que se venden a 1,50 euros y de 5 litros que valen unos cinco euros.
Aunque de momento no piensan diversificar su producto que han patentado como condimento alimenticio y es potable, deportistas profesionales les han llamado para saber la proporción que tienen que beber para usarla como bebida isotónica y hay gente que la usa como anticaspa o desmaquillante. Lactoduero, por su parte, aconseja este agua de mar para cocer mariscos, patatas o cocinar arroz añadiendo un 40% de esta agua a la paellera. 
El portavoz asegura que tras decantar el agua, la pasan por tres microfiltros en frío, "ni se hierve, ni se esteriliza, no tiene bacterias y se respeta su salinidad". 
Algo tendrá cuando chefs de élite como Ferrán Adriá cocinan con este tipo de agua, "esta muy bien que los grandes chefs abanderen su uso porque sabemos que es una cuestión de hábitos", apunta León, "pero no tiene que ser exclusivo de la cocina sofisticada, queremos que cualquiera pueda tenerla en su cocina".

Por www.que.es