Las cinco reglas de oro para prevenir el asma


La falta de lluvia, el aumento de la contaminación, las altas temperaturas o la floración de las plantas han aumentado los casos de asmáticos en las consultas de los médicos. La mejor manera de evitar la enfermedad es sin duda prevenirla.
Para poder detectar aquellos aspectos que desencadenan el asma y aprender a controlar las crisis basta con seguir cinco reglas de oro.


1- En primer lugar hay que identificar y controlar los desencadenantes del asma que son los que provocan la irritación de las vías respiratorias. Desde la Asociación Asmatológica Catalana se informa que los más frecuentes son los alérgenos, como los ácaros del polvo o la saliva de los animales domésticos; el polen y el heno; el moho; algunos alimentos; ciertos medicamentos, y aunque parezca extraño y las cucarachas.

Las infecciones virales, incluyendo el resfriado común y la gripe son causas frecuentes así como el humo, los ambientes o los perfumes, el ejercicio físico o los cambios de clima.

2- En segundo lugar hay que prevenir la crisis tomando conciencia de la enfermedad y observando el comportamiento de nuestro cuerpo. En ocasiones los asmáticos se encuentran con una crisis sin haber notado las primeras señales de alarma por eso la necesidad de utilizar medidores de flujo espiratorio, que es un aparato portátil para medir la capacidad respiratoria.

3- La tercera regla sería tomar la medicación para intentar controlar que no se produzcan ataques con un plan siempre prescrito por un médico porque según apuntan desde la Asociación Asmatológica Catalana «los distintos tipos de asma se tratan de diferente manera» y hay algunas combinaciones de medicamentos que funcionan bien para unos y no para otros. Los médicos advierten sobre las terribles consecuencias de sustituir los medicamentos recetados por remedios caseros o por plantas medicinales y aseguran que «pueden poner en peligro la vida del paciente durante una crisis asmática, ya que no son capaces de corregir la obstrucción de las vías respiratorias».

4- El cuarto paso sería controlar las crisis según el plan de tratamiento paso a paso personalizado, diseñado por el médico. Cuando se acerca la primavera y más en épocas de sequía son mayores las posibilidades de sufrir crisis asmáticas a pesar de haber puesto en práctica los tres puntos anteriores. Es entonces cuando hay que tratar de controlar las crisis según el plan de tratamiento paso a paso personalizado, diseñado por el médico.

Normalmente para aliviar un ataque de asma se usa un broncodilatador de acción rápida y la dosis regular es de dos inhalaciones lentas y profundas. Los broncodilatadores tratan la parte de la constricción de los músculos que rodean los bronquios pero no la inflamación de las paredes de los bronquios y la sobreproducción de mucosa, requiere un tratamiento de corticoides anti-inflamatorios.


5 -La quinta y última regla pero no por ello menos importante consiste en aprender a controlar los nervios durante las crisis. No se debe sentir pánico sino actuar con calma.
Además, es conveniente informarse sobre nuevos medicamentos o tratamientos y hablarlos con su médico.

Por www.abc.es