¿Podemos controlar lo que soñamos?


Sí, y el mejor modo de conseguir­lo es elegir un pensamiento antes de sumirnos en la inconsciencia. Deirdre Barret, psicóloga de la Universidad de Harvard, pidió a varias decenas de estudiantes que escogieran un problema que nece­sitaran resolver y se concentraran en él mientras intentaban dormir. Tras una semana, aproximada­mente la mitad había tenido sue­ños relacionados con la cuestión, y uno de cada cuatro había encon­trado así la respuesta.

Cuando una persona incluso es capaz de alterar el contenido del relato onírico se dice que expe­rimenta sueños lúcidos. Recien­temente, científicos del instituto alemán Max Planck pidieron a personas capaces de experimen­tarlos que apretaran los puños en la vida real, primero, y dormidos, después, mientras observaban sus cerebros con un escáner. De esta manera comprobaron que la acti­vidad neuronal era exactamente la misma en ambos casos. "Soñar no es igual que ver una película en el cine de forma pasiva, sino que implica mucho trabajo cerebral", concluía Michael Czisch, uno de los investigadores.
Por otra parte, para experimentar sueños lúcidos, no hay nada mejor darle a la consola, según demostra­ba hace poco Jayne Gackenbach , psicóloga de la Universidad Grant MacEwan (Canadá). Los gamers no solo los experimentan con ma­yor frecuencia, sino que también suelen enfrentarse mejor a sus pe­sadillas. Gackenbach sugiere que los videojuegos podrían tener inte­resantes aplicaciones terapéuticas, especialmente en los casos de sín­drome postraumático.
Por www.muyinteresante.es