El caso es que cuando la pareja fue a la terraza a disfrutar del mal tiempo, el gato se puso a hacer sus habituales saltos y casualmente acabó tocando el pomo de la puerta dejando a ambos fuera. Hasta que un vecino no se percató del asunto y llamó a la policía no pudieron volver a entrar en su domicilio. Muchos pensarán que fue algo inocente, pero mi olfato de sabueso me dice que aquí hay gato encerrado.
Por www.elperroflaco.com