Resulta interesante que las aplicaciones de iOS sean las más proclives a bloquearse si consideramos que el hardware de Android y sus versiones de software son mucho más diversas que las relativamente homogéneas de los dispositivos que usan iOS.
Otra posibilidad para que se haya dado este resultado, es el hecho de que los desarrolladores que trabajan en Android pueden subir actualizaciones casi de forma instantánea, a diferencia de iOS, donde deben pasar primero por un largo proceso de aprobación.
Por www.vandal.net