La luz del Sol nos ataca y nosotros nos defendemos.
El Sol emite luz que abarca todo el rango del espectro de luz. Podemos dividir ese espectro de luz en tres partes: la luz visible, que es la que nos permite ver, la luz infrarroja, que es de menor energía y que es la que nos da calor, y la luz ultravioleta (UV), más energética que las anteriores, y que es la que, entre otras cosas, nos pondrá morenos (además, los rayos UV son los que nos permiten sintetizar la vitamina D que es imprescindible para nuestra salud).
Afortunadamente, la capa de ozono que rodea la Tierra se encarga de filtrar parte de las radiaciones UV, evitando que llegue la mayor parte de las radiaciones UV peligrosas, conocidas como UV-B y UV-C y deja pasar las menos peligrosas (no por ello dejan de ser peligrosas) que son las famosas UV-A, o UVA que conocemos por los aparatos de los solarium para ponerse moreno.
¿Qué es la melanina?
Como ya he dicho, la melanina es un pigmento que fabrican algunas células de nuestra piel, pelo y ojos, conocidas como melanocitos, cuyo número por unidad de área es similar en las distintas razas y determinante del color de la piel humana, el cual depende, básicamente, de la cantidad y la distribución de esos corpúsculos de melanina en las capas superficiales de la epidermis. Hay personas y animales que carecen de melanina o tienen concentraciones mínimas de ella, por lo que el color de su piel, ojos y pelo es totalmente claro. Ésto es una enfermedad que se conoce como albinismo.
Las propiedades químicas de la melanina la hace un fotoprotector muy eficiente. Absorbe la radiación solar nociva y la transforma en energía en forma de calor, que resulta inofensivo. Esta propiedad permite a la melanina disipar más del 99% de la radiación absorbida en forma de calor y evita el daño directo al ADN.
Para terminar, hay dos tipos básicos de melanina: eumelanina de color parda o negra y la feomelanina, amarilla o rojiza. Ambas se encuentran en la piel y cabellos humanos, pero la eumelanina es la más abundante, mientras que la feomelanina se encuentra en menor cantidad, pero sobre todo en las zonas sensibles del cuerpo, como labios, pezones, glande, vagina, etc y puede convertirse en un factor cancerígeno y se expone a los rayos UV del sol. De ahí que sea tan importante echarse crema solar, incluidos los labios, ya que se puede producir un cáncer ahí con más facilidad.