Un estudio revela que el uso elevado del teléfono móvil y los servicios de mensajería instantánea puede provocar ansiedad y niveles bajos de satisfacción
¿Te acuestas dando las buenas noches a tus amigos por WhatsApp y te levantas con 785 mensajes de conversaciones de tus grupos? ¿Te estresa tener que estar pendiente del móvil para no perderte nada? Si las respuestas a estas preguntas son «Sí» es que tienes una «móvildependencia» o «nomofobia» severa.
Hoy en día los «smartphones» son el centro de la vida de todos los usuarios que necesitan estar en constante contacto con amigos, familia, compañeros de trabajo y las noticias que se cuelgan en internet. Cuanto más se incrementa el uso de los teléfonos móviles mayor es la necesidad de estar conectados a todas horas y muchas veces «chateamos» mientras conducimos, tomando un café con un amigo, en el trabajo o en clase.
Las consecuencias de la dependencia del móvil son por tanto un aumento del estrés, la ansiedad por el miedo a sentirnos excluídos y una reducción considerable del sentimiento de felicidad, tal y como señalaun estudio realizado por la Universidad de Kent State de Ohio, en Estados Unidos, y publicado en la revista «Computers in Human Behavior».
Peor rendimiento académico
Para llevar a cabo la investigación, los expertos analizaron la actividad diaria de 500 estudiantes universitarios, el uso que hacían del móvil (Twitter, WhatsApp y otras aplicaciones) y el nivel de ansiedad y de satisfacción que sentían. Asimismo, todos los participantes permitieron a los investigadores acceder a sus notas oficiales de cursos pasados y a las obtenidas en la actualidad para llevar a cabo un análisis.
Descubrieron que un uso identificado del móvil influye negativamente sobre los estudiantes
A principios de año, un equipo dirigido por las Universidades de Lepp y Barkley también identificó una relación negativa entre el uso del teléfono y la capacidad cardiorrespiratoria. Esto nos lleva a reflexionar seria y críticamente sobre el uso intenso que le damos al móvil y darnos cuenta de que puede ir en detrimento de nuestro rendimiento académico, nuestra salud mental y física y en general puede reducir nuestro bienestar y felicidad.