Mozart murió en 1791 cuando tenía sólo 35 años. Sobre su muerte se ha especulado mucho, pero fue enterrado tres días después de su muerte y nunca se realizó autopsia. William Grant, físico retirado de la NASA, y el investigador Stefan Pilz han encontrado una posible explicación a las frecuentes infecciones que sufría el popular músico: tenía deficiencia de vitamina D. Esta vitamina es un nutriente esencial para la salud ósea, se ingiere en pescados como el salmón, y también se produce de forma natural cuando el cuerpo se expone a los rayos ultravioleta (UV-B) del Sol. Mozart, que vivía en una zona al norte de Austria bastante "oscura", y que además trabajaba de noche y dormía durante el día, se exponía mínimamente a la luz solar. |
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