La falta de pulmones verdes es un problema que afecta a numerosas ciudades. ¿A qué metrópolis no le gustaría poder destinar una hectárea de su suelo a crear un auténtico bosque, con cientos de árboles y plantas, que sirviera para reducir la contaminación ambiental y los niveles de CO2? Pero ese deseo choca frontalmente con la realidad: son muy pocas las urbes que pueden permitirse el lujo de poder dedicar una manzana de su espacio urbano a poner en pie esa frondosa arboleda.
A un estudio de arquitectura de Milán, el Boeri Studio, se le ha ocurrido una idea genial para resolver ese pequeño inconveniente: crear un bosque vertical. Un vergel repleto de árboles de gran tamaño que, en lugar de extenderse sobre el suelo, se eleve hacia el cielo.
En total, el bosque vertical milanés albergará 180 árboles de tamaño grande y medio, 250 de pequeña altura, 5.000 arbustos y 11.000 plantas cubre suelos. Una auténtica floresta a lo alto.
La biodiversidad del Bosque Vertical ayudará a absorber CO2, produciendo una importante cantidad de oxígeno. Algo especialmente importante en una ciudad como Milán, que los últimos meses se ha visto obligada en varias ocasiones a prohibir la circulación de vehículos privados, en un intento desesperado de las autoridades locales para reducir los elevados índices de contaminación.
Y no sólo eso: la cortina verde del Bosque Vertical protegerá a los inquilinos de esas viviendas del ruido y del polvo, los defenderá durante el verano de las radiaciones directas del sol pero permitirá filtrar sus rayos durante el invierno. Y contribuirá también a reducir el nivel de humedad en el aire (que en Milán puede ser bastante elevado) y será una barrera eficaz contra el viento.
Por www.elmundo.es