A veces el amor nos hace comportarnos totalmente tiernos y tener un rasgo de sensibilidad debido al entusiasmo que tenemos por esa persona que tanto nos gusta, eso es totalmente aceptable, pero hay ocasiones en las que uno exagera los detalles y propicia el desconcierto de la otra persona, más que amor.
Para ejemplificar tales acciones, les dejamos las 6 cosas que deben evitar si en verdad quiere mantener a su pareja junto a ustedes.
1.- Decir te amo en la primera cita y pensar que en verdad lo sienten. Hay algunas cosas que asustan por su premura y esta es una de ellas, pues más que hacer que esto haga que ella o él se interese en ustedes, se asustará tanto que probablemente no quiera saber más de su existencia. No es normal y mucho menos real que alguien a quien a penas conocen confiese amarles. Esto es sin duda un acto friki.
2.- “Cuando seamos viejos…” Tener una semana de relación y comenzar a pensar en una vida juntos hasta la muerte, suena algo exagerado, mantengan la calma y guarden la ilusión para cuando ya lleven más de un año.
3.- Muñecos de peluche y flores en la oficina. Nada más desconcertante que llegar a tu lugar de trabajo y encontrar un oso gigante con un corazón en las manos que diga “I love you forever”, el hecho de pensar cómo llegó eso ahí, junto con una tarjeta musical, asusta a cualquiera. No hagan pensar a sus parejas que la novia o el novio psicópata puede estar junto a ellos.
4.- ¡Me tatué tu nombre!. Esto es un extremo total, pues ese mismo acto de tatuarse, podría ser el detonante que termine con la relación que se torna enfermiza.
5.- Confundir el enamoramiento con la obsesión. A muchas personas les encanta recibir mucha atención, a otras no, por ello, deben equilibrar sus intenciones de llamar por teléfono, mandar mensajes y visitar a sus parejas todos los días en la casa, escuela o trabajo. Recibir mensajes cada hora no es del agrado de muchos y más que enamorar, podría asustar.
6.- Poemas de su inspiración. Puede que crean que son los mejores en hacer poemas o frases de amor, pero, el decirlas cada vez que la ven, podría llegar a perder la magia, más si al expresarlas hacen reverencias o se sienten poseídos por Shakespeare.