Afortunadamente, no es droga todo lo que coloca. Por eso hemos hecho un recuento sumarísimo de algunas cosas que dan subidones aún más mejores que cualquier pastillote. Y son legales. Y molan infinito. Sentíos libres de contar las vuestras.
- Uno. Rascarse una picadura de mosquito, hasta que sangre.
- Dos. Hacer pipí después de muchas horas aguantándotelo.
- Tres. Trolear a una It Girl.
- Cuatro. Trolear en el muro de Facebook de una revista de tendencias.
- Cinco. Trolear, en general.
- Seis. Despertar después de una siesta de cuatro horas.
- Siete. Abrir y cerrar los ojos muy rápido.
- Ocho. Un masaje en los pies.
- Nueve. Pasar por una churrería y que el olor a chocolate entre en tu nariz.
- Diez. Quitar granitos de la espalda a otra persona.
- Once. Quitarse los pelos con las pinzas obsesivamente.
- Doce. Toser y estornudar a la vez.
- Trece. Lamer la cabeza a un calvo.
- Catorce. Tirarse al mar de púa, y sentir todo el frío.
- Quince. Arrancarse los trocitos de piel muerta después de una quemadura solar.
- Dieciséis. El olor de un cocido madrileño.
- Diecisiete. El olor de un pedo propio.
- Dieciocho. El olor de un bebé.
- Diecinueve. El flato después de una gran carrera.
- Veinte. La sensación en el estómago después de reírse mucho.
- Veintiuno. Pincharse con la barbita de un hombre al besarlo.
- Veintidós. Quitarse lo negrillo de las uñas.
- Veintitrés. Tragar enjuague bucal por error.
- Veinticuatro. Cuando consigues sacarte una legaña del ojo.
- Veinticinco. Comerse una caja entera de Mikados.
- Veintiséis. Que te soplen detrás de la oreja.
- Veintisiete. Que te soplen en la barriga.
- Veintiocho. Que te soplen por todas partes.
- Veintinueve. Medirse la tensión.
- Treinta. Que te cruja un especialista chino.
- Treinta y uno. Descubrir que no eres la única persona a la que le cae mal alguien.
- Treinta y dos. Criticar a un antiguo amigo.
- Treinta y tres. Bostezar muy fuerte.
- Treinta y cuatro. Mojar una patata frita en cocacola.
- Treinta y cinco. Hacer caca en los baños de un museo.
- Treinta y seis. Que alguien guapo te mire con ojos de deseo.
- Treinta y siete. Acariciar a un gato hasta que te duelan las palmas de las manos.
- Treinta y ocho. La sensación en los ojos después de haber llorado.
- Treinta y nueve. Abrazar a tu madre.
- Cuarenta. Bailar dando muchas vueltas, y no caerse.