Según los autores, sus experimentos revelan que la funcionalidad de la espalda mejoró en los pacientes tras 12 semanas de práctica, además de reducir la intensidad del dolor, de manera que los sujetos necesitaban consumir menos analgésicos. Los investigadores comprobaron que los beneficios son similares a los de practicar stretching (ejercicios de estiramiento).
“La interpretación más clara de nuestros hallazgos es que las mejorías que el yoga produce en la espalda se deben sobre todo a causas físicas, es decir, al estiramiento y fortalecimiento de los músculos, que es lo que tiene en común con los ejercicios de stretching”, afirma Karen J. Sherman, coautora del estudio.
Por www.muyinteresante.es