
Afortunadamente el niño se recupera actualmente de su operación, que necesito para sacárselo. La operación duró mas de cuatro horas y tuvieron que desmontar el cargador pieza por pieza hasta quedarse solo con las pequeñas varillas de metal. Luego le abrieron el cráneo para eliminar las partes finales del aparato.
El cirujano jefe aseguro que fue la primera vez que veía un caso como este, y que es muy afortunado de que haya sobrevivido. "Si los vasos sanguíneos se hubiesen roto, el bebé podría haber muerto en cuestión de segundo“.
Por: www.planetacurioso.com